Jose David
Clásico
- Registro
- 2 Jul 2006
- Mensajes
- 2.486
- Reacciones
- 18
Buenas tardes vecinos.
Lo mío no es postear frases cortas en cientos de post, sino más bien
cientos de frases en uno solo, básicamente cuando creo que tengo algo
importante (todo es relativo) que decir. Es decir, que ésto es un ladrillo.
Avisados estáis.
Desde hace aproximadamente unos siete meses vivo en un edificio de
cuatro plantas que, Dios sabe porqué, está completamente desabitado. Es
decir, el edificio es totalmente nuevo, pero de los ocho pisos existentes,
el único habitado es el mío (4ºB). Parece que para los demás esa debe
ser una segunda vivienda o una forma de inversión. Hay que joderse, con
lo que me costó a mí tener una vivienda propia.
En fin, a lo que voy, cuando empecé a vivir solo hacía ya tiempo que
había dejado de salir por los pubs, incluso que había dejado de “ligar”. Mi
físico, de regular para abajo, y mi moral bastante baja hicieron casi
imposible que me comiera un colín, así que pasé de todo y me dediqué a
currar y a organizar mi vida de una vez por todas.
Los meses pasaban y acabé pasando por un bache emocional y
existencial considerable, que sin llegar a ser depresión, me hizo parecer
un muerto en vida hasta hace poco.
El caso es que, por extraño que parezca, una cierta calma se fue
apoderando de mí, empecé a leer libros de nuevo, me encanta poner una
tumbona en la azotea y, en pelota picada, leer y leer hasta que me duela
la vista.
Como últimamente trabajo desde casa y había llegado a detestar salir a
la calle (hasta la compra la hacía por Internet), hace unos meses empecé
a hacer ejercicio y el cuerpo me pedía alimentos ligeros y frescos… sol,
tranquilidad emocional, alimentación equilibrada, ejercicio intenso para
huir de pensamientos negativos… y resultó que ese que me miraba al
otro lado del espejo… no estaba tan mal después de todo… así que… ¿por
qué no?.
Fui a la capital, a uno de estos centros estéticos, me planté en medio y le
dije a la chica (un bombón) que trabajaba allí: ¿Qué puedes hacer con
esto?, señalándome a mi mismo (no es broma).
Me miró apreciativamente y sonriendo de una manera que a mí me
pareció cínica y al mismo tiempo muy muy pícara, me dijo “Mucho”.
Joder, reconozco que esa respuesta me puso cachondo.
Así que el último mes me he gastado gustosamente una señora pasta
dejándome hacer por esta misma chica y sus dos “ayudantes” y socias
(otros dos bombones), todo lo que, en un debate abierto en toda regla,
opinaban que era lo mejor.
Nunca he sido un tío bueno, supongo que ahora tampoco lo soy, no lo sé,
porque me han pasado algunas anécdotas que darían para unos cuantos
post, pero el caso es que todo esto lo hacía más que nada para sentirme
bien de alguna forma, pero en ningún caso para ligar. Y ahí está la clave.
Dejó de importarme eso de conseguir ligar con una chica y llevarla a la
cama, o conquistarla de alguna manera, o de tener cualquier tipo de
relación sexual – sentimental. Sencillamente soy como un misil
teledirigido por mi subconsciente hacia etapas de superación personal… y
a la mierda todo lo demás.
¿Alguna vez os ha pasado que una cajera del Carrefour os pida el
número de teléfono?, ¿Qué unas niñatas os silben por la calle?, ¿Qué una
morena de esas de quitar el hipo no deje de mirarte durante cinco
minutos seguidos, sin pestañear, buscando tú mirada?... ¿qué
directamente os entren a matar?. Yo flipo, pero es como si, de alguna
forma, el deseo sexual hubiera dejado paso a una indiferencia hacia las
mujeres (y hombres, ¡ojo!) que ya quisiera el mismísimo James Bond. Ni
siquiera me suben al autoestima esas cosas, increíble pero cierto, más
bien me hacen bastante humilde. Me siento como no me había sentido
nunca, centrado, concentrado, trabajo, relaciones sociales correctas,
compras, ejercicio, más ejercicio, sol vuelta y vuelta, lecturas de todo
tipo… más, más, más.
Este domingo estuve con la novia de un “amigo” (si, me la he tirado, y
me da igual, el tio es un gañán), me dijo que NUNCA había sentido algo
así con ningún chico. Por supuesto no la habría creído en modo alguno, si
no fuera porque el colchón estaba empapado de flujo, no miento.
Supongo que el sexo oral bien hecho hace esas cosas.
El caso, y es a lo que voy, que eso para mi no es un triunfo, más bien un
desahogo, como mucho, pero NO ME IMPORTA. Así que ahí dejo esta
extraña etapa de mi vida para acabar preguntando a vosotros, mis
jueces, si alguna vez os ha pasado algo así.
Gracias por leer hasta el final.
Lo mío no es postear frases cortas en cientos de post, sino más bien
cientos de frases en uno solo, básicamente cuando creo que tengo algo
importante (todo es relativo) que decir. Es decir, que ésto es un ladrillo.
Avisados estáis.
Desde hace aproximadamente unos siete meses vivo en un edificio de
cuatro plantas que, Dios sabe porqué, está completamente desabitado. Es
decir, el edificio es totalmente nuevo, pero de los ocho pisos existentes,
el único habitado es el mío (4ºB). Parece que para los demás esa debe
ser una segunda vivienda o una forma de inversión. Hay que joderse, con
lo que me costó a mí tener una vivienda propia.
En fin, a lo que voy, cuando empecé a vivir solo hacía ya tiempo que
había dejado de salir por los pubs, incluso que había dejado de “ligar”. Mi
físico, de regular para abajo, y mi moral bastante baja hicieron casi
imposible que me comiera un colín, así que pasé de todo y me dediqué a
currar y a organizar mi vida de una vez por todas.
Los meses pasaban y acabé pasando por un bache emocional y
existencial considerable, que sin llegar a ser depresión, me hizo parecer
un muerto en vida hasta hace poco.
El caso es que, por extraño que parezca, una cierta calma se fue
apoderando de mí, empecé a leer libros de nuevo, me encanta poner una
tumbona en la azotea y, en pelota picada, leer y leer hasta que me duela
la vista.
Como últimamente trabajo desde casa y había llegado a detestar salir a
la calle (hasta la compra la hacía por Internet), hace unos meses empecé
a hacer ejercicio y el cuerpo me pedía alimentos ligeros y frescos… sol,
tranquilidad emocional, alimentación equilibrada, ejercicio intenso para
huir de pensamientos negativos… y resultó que ese que me miraba al
otro lado del espejo… no estaba tan mal después de todo… así que… ¿por
qué no?.
Fui a la capital, a uno de estos centros estéticos, me planté en medio y le
dije a la chica (un bombón) que trabajaba allí: ¿Qué puedes hacer con
esto?, señalándome a mi mismo (no es broma).
Me miró apreciativamente y sonriendo de una manera que a mí me
pareció cínica y al mismo tiempo muy muy pícara, me dijo “Mucho”.
Joder, reconozco que esa respuesta me puso cachondo.
Así que el último mes me he gastado gustosamente una señora pasta
dejándome hacer por esta misma chica y sus dos “ayudantes” y socias
(otros dos bombones), todo lo que, en un debate abierto en toda regla,
opinaban que era lo mejor.
Nunca he sido un tío bueno, supongo que ahora tampoco lo soy, no lo sé,
porque me han pasado algunas anécdotas que darían para unos cuantos
post, pero el caso es que todo esto lo hacía más que nada para sentirme
bien de alguna forma, pero en ningún caso para ligar. Y ahí está la clave.
Dejó de importarme eso de conseguir ligar con una chica y llevarla a la
cama, o conquistarla de alguna manera, o de tener cualquier tipo de
relación sexual – sentimental. Sencillamente soy como un misil
teledirigido por mi subconsciente hacia etapas de superación personal… y
a la mierda todo lo demás.
¿Alguna vez os ha pasado que una cajera del Carrefour os pida el
número de teléfono?, ¿Qué unas niñatas os silben por la calle?, ¿Qué una
morena de esas de quitar el hipo no deje de mirarte durante cinco
minutos seguidos, sin pestañear, buscando tú mirada?... ¿qué
directamente os entren a matar?. Yo flipo, pero es como si, de alguna
forma, el deseo sexual hubiera dejado paso a una indiferencia hacia las
mujeres (y hombres, ¡ojo!) que ya quisiera el mismísimo James Bond. Ni
siquiera me suben al autoestima esas cosas, increíble pero cierto, más
bien me hacen bastante humilde. Me siento como no me había sentido
nunca, centrado, concentrado, trabajo, relaciones sociales correctas,
compras, ejercicio, más ejercicio, sol vuelta y vuelta, lecturas de todo
tipo… más, más, más.
Este domingo estuve con la novia de un “amigo” (si, me la he tirado, y
me da igual, el tio es un gañán), me dijo que NUNCA había sentido algo
así con ningún chico. Por supuesto no la habría creído en modo alguno, si
no fuera porque el colchón estaba empapado de flujo, no miento.
Supongo que el sexo oral bien hecho hace esas cosas.
El caso, y es a lo que voy, que eso para mi no es un triunfo, más bien un
desahogo, como mucho, pero NO ME IMPORTA. Así que ahí dejo esta
extraña etapa de mi vida para acabar preguntando a vosotros, mis
jueces, si alguna vez os ha pasado algo así.
Gracias por leer hasta el final.