percutador
Veterano
- Registro
- 9 Jun 2006
- Mensajes
- 1.197
- Reacciones
- 1
Sucedió en Florida, cuando un agente de policía durante su patrulla por un parque observó como un inmigrante mexicano sujetaba un cachorrillo de dogo argentino de unas pocas semanas que llorando y gritando trataba de soltarse de un hombre que le tenía fuertemente aferrado.
Aquí tenéis la noticia en inglés, os paso varios enlaces:
https://www.tcpalm.com/tcp/local_news/article/0,2545,TCP_16736_4788632,00.html
https://www.worldnetdaily.com/news/article.asp?ARTICLE_ID=50744
https://www.pet-abuse.com/cases/9054/
https://www.libertypost.org/cgi-bin/readart.cgi?ArtNum=146965
Cuando el agente de policía le preguntó qué estaba haciendo, el panchito contestó que era su perro y que no había el menor problema, que no tenía por qué meterse.
Yo a éste le haría lo que leí en una novela erótica titulada “El inglés descrito en un castillo cerrado”, donde el protagonista, un excéntrico y perverso lord inglés, vive en un castillo de Francia toda clase de perversiones sádicas y dispone de un par de grandes perros adiestrados para follar sin contemplaciones a quienes ata poniendo a cuatro patas en unos postes e impregna su culo o su coño (si son mujeres) de un brebaje hecho a base de hormonas caninas femeninas.
Ah, la noticia ha tenido bastante eco en EEUU donde se jactan de amar mucho a sus animales y se muestran indignados por las costumbres panchitas, con las que se defendió el anormal ese.
Aquí tenéis la noticia en inglés, os paso varios enlaces:
https://www.tcpalm.com/tcp/local_news/article/0,2545,TCP_16736_4788632,00.html
https://www.worldnetdaily.com/news/article.asp?ARTICLE_ID=50744
https://www.pet-abuse.com/cases/9054/
https://www.libertypost.org/cgi-bin/readart.cgi?ArtNum=146965
Cuando el agente de policía le preguntó qué estaba haciendo, el panchito contestó que era su perro y que no había el menor problema, que no tenía por qué meterse.
Yo a éste le haría lo que leí en una novela erótica titulada “El inglés descrito en un castillo cerrado”, donde el protagonista, un excéntrico y perverso lord inglés, vive en un castillo de Francia toda clase de perversiones sádicas y dispone de un par de grandes perros adiestrados para follar sin contemplaciones a quienes ata poniendo a cuatro patas en unos postes e impregna su culo o su coño (si son mujeres) de un brebaje hecho a base de hormonas caninas femeninas.
Ah, la noticia ha tenido bastante eco en EEUU donde se jactan de amar mucho a sus animales y se muestran indignados por las costumbres panchitas, con las que se defendió el anormal ese.