Qué buenos recuerdos me trae ver a Garci en aquellas presentaciones-coloquios. Por entonces, servidor vivía con una amargavidas que, como no podría ser de otra manera, no entendía que prefiriera quedarme hasta las tantas viendo películas en vez de irme a dormir, lo que implicaba el pertinente reproche de la susodicha, " tú y tus rarezas, que mañana tienes que madrugar, luego no tienes tiempo para mi", tal y tal.... Nah, cosas de mujeres, siempre viendo el lado crematístico de la vida.
Sobre las peli, la vi hace demasiado tiempo como para tener un mínimo de opinión fundada, pero se me quedó grabada una escena que me hizo descubrir lo que es un verdadero actor de comedia. Obviamente me refiero a Cary Grant cuando está en la ducha. Es imposible tener más clase y dominio de la situación sin perder atractivo, lo que inevitablemente, hace sonreír a Audrey Hepburn por lo que está viendo y, como no podría ser de otra manera, este que suscribe acabaría enamorándose de la Hepburn para el resto de su vida. Y entonces dices, joder, yo quiero ser Cary Grant:
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