iskariote rebuznó:
Sufres porque eres débil, sufres porque te sientes incompleto y crees que lo que te falta has de adquirirlo fuera. El tan criticado "sé tú mismo" era cierto, pero se formuló de manera tan vaga que condujo a la perdición a mil foreros. Sé lo que quieres ser, deja de buscar la aprobación al otro lado de la cama y encuéntrala en el espejo, que la sonrisa que más te mueva sea la tuya y que no te importe el precio para disfrutarla.
Reflexionaré sobre ello.
Ahora mismo, ni siquiera sé qué quiero ser... Supongo que ese es el problema de base. He pasado un buen verano vistiéndome de teenager y ahora que éste acaba es cuando empiezo a darme cuenta de que mi vida ha sufrido un importante revés. He tenido periodos largos sin novia, sé estar solo, pero ahora estoy a punto de entrar en la treintena y eso parece que me mete más presión. He estado tanto tiempo entregándome tantísimo a una persona, que ahora de repente soy un extraño para mí mismo. Y este verano lo único que he hecho ha sido vivir una pequeña mentira (aunque la he disfrutado) sobre mi.
Hace dos semanas no me sentía así, y no es que haya pasado nada, seguramente sea eso, la última semana fue demasiado tranquila. Un buen martillazo en la cabeza que me ha hecho ver lo "solo" que estoy y ahora tengo que replantearme muchas cosas y cambiar algunos esquemas, y la verdad, es que me siento torpe. No estoy acostumbrado a sentirme tan desnortado.
Queda crecer, volver a centrar la mirada en mí, sacar pecho, apretar los dientes y tirar pa'lante... Pero me siento tan inseguro y tan extraño, que me envuelvo en pesimismo y a ratos lo veo todo muy negro, entrándome incluso ansiedad.
Supongo que debería sacar ahora algo de optimismo y decir "bueno, este es un buen momento para ver quién eres realmente", pero es que me da miedo ver quién soy y que no me guste... O algo así. E insisto, he tenido periodos muy largos sin relación y no tenía problemas... Pero ahora... Ahora hay demasiada bruma.
Por cierto, contaré el último dislate que tuve con el secso opuesto. Hace un par de semanas, estábamos un par de amigos y yo tomando algo. Mi idea era pillar un buen pedal, pero nada escandaloso. En la terraza donde estábamos habían varios grupitos de féminas en diferentes mesas. Cuando me di cuenta de que mis compañeros no estaban por la labor de hacerme reir, decidí que era momento de actuar y hacerles un regalo a ver si se animaban. Estudié las mesas con grupos de mujeres, y cuando seleccioné a mis víctimas para ahí que me fui. Eran dos chicas de 22 años ambas. Todo fue muy bien con ellas. Nosotros lo pasamos bien y ellas lo pasaron bien. Ninguna era especialmente guapa, no de esas que pueden manipularme, no eran mi kriptonita, pero sí eran agradables y no eran orcos. Como digo, todos lo pasamos bien, al punto de que alargamos la noche hasta las 4:30 de la madrugada.
Bien, yo de ellas no quería nada en ese momento salvo la conversación, algo de tonteo... En definitiva, divertirme. Pero luego fuimos a un sitio donde se podía bailar (y donde ya cerramos la noche) en el que su danza guarra/lésbica hizo que una me pusiese bastante cachondo. Ellas querían jugar, no sé a qué, porque yo ya no entiendo nada, pero querían jugar. Yo me encendí, tampoco con desesperación e hizo que mi interés ya pasase a algo más carnal, aún así me contuve.
No paso nada, cuando salimos del sitio, estuvimos un rato más hablando... Hasta que ya se hiceron las 4:30. Una de ellas, la que menos me interesaba dijo por dónde vivía y yo me ofrecí cual caballero a llevarla en coche, sin compromiso ni interés alguno (a mí la que me interesaba era la otra, aunque cierto es que ésta era más guapa), pero es que vivía a 15 minutos andando de donde estábamos y se tenía que ir sola. Me ofrecí por cortesía, porque pensaba que era lo que había que hacer. Nos dimos todos los teléfonos y nada, la llevé. Durante el corto trayecto, ella, que unas horas antes me había estado hablando de que quería ir a Holanda a hacer un trío -no sé porqué ahí-, me decía que tenía novio, que había visto a uno de mis amigos demasiado emocionado y que se lo dijese y tal... Que hoy habían tenido una bronca y bla bla... Yo escuché, pero no le dije nada, le hice un par de preguntas sobre su amiga, y llegamos.
Bien, yo había quedado con su amiga, la que me interesaba, en quedar, no habíamos concretado día, pero sí que quedaríamos. A mí me parecía bien y con el recuerdo de ella bailando, me fui a dormir contento pensando que en unos días, podría ser mía. Al día siguiente, domingo ya, mediante wasap, acordamos quedar el martes e ir a una vinería. Bien, pero poco a poco me estaba entrando pereza, desasosiego, el efecto hipnótico de su danza zorril se estaba evaporando. No era la resaca, no, era simplemente el pensar en el coñazo de tener que hablar con ella, de conocerla, de dejar que me conozca, de todos los pasos que hay que hacer para meterle mi micropene en su seguramente dado de sí coño. Empezaba a tener muchas dudas. Ya no me gustaba tanto la idea. Pero bueno, "tú queda y déjate llevar, decían"... Así que eso, seguí con el plan en marcha. Ese mismo día, por la noche, me llegó un wasap de ella que me acojonó bastante: "Hay una cosa que no me ha gustado, y es que mi amiga me ha dicho que le tiraste los trastos también a ella", yo le contesté que ni de coña, que a ella -a la amiga-, la llevé a casa por cortesía, y que le pregunté varias veces por ella -la chica con la que iba a quedar-... El caso es que me tuve que justificar durante un rato, cuando de verdad, no había hecho nada ni consciente ni inconscientemente.
Tras esto, el lunes, tenía todavía más dudas, todavía menos ganas de quedar. Su danza ya estaba borrada de mi cabeza y empezaba a ser reemplazada por el recuerdo de que fumaba y de que sus dientes no eran muy de mi agrado. Su sonrisa era encantadora, eso sí, no era fea de cara, no estaba mal de cuerpo, tampoco nada especial, pero fumaba, fumaba también porros, y mi cabeza recordaba algo chungo de sus dientes. El caso es lo dicho "tú queda, y déjate llevar", pero su repentino ataque de celos, su tontería, me echaba muy para atrás, así que le dije que yo no quería nada de nada, simplemente que me parecía entretenido conocerla, tomar algo, distraernos y ya está, que no quería ningún tipo de compromiso. Ella lo aceptó, dijo "me gusta tu forma de pensar".
Bueno, el martes quedamos, la primera impresión fue mejor de lo que esperaba. La conversación, aunque distendida, era menos fluida, divertida, interesante y cautivadora de como era con mi Lolita. Aquí tenía que forzar un poco mi risa, algunas respuestas y algunas preguntas. Sus dientes, realmente tenían un tono que no me gustaba, entre rojizo y amarillos, y estaban un poco separados, pero eso sí, no fumó y me dijo que no fumaba habitualmente. La chica era maja y entretenida, pero poco a poco se le empezó a ver lo niña que era. Al final, tras varias copas de vino, acabó hablándome de los porros, de que follar fumada era lo mejor y que escribir fumada era la hostia.
Ahí ya pasé a un desinterés total. Ya tuve que guardar la compostura, de nuevo por cortesía, ya no estaba disfrutando. De hecho al final, tuve que llevarla a casa de la amiga de la otra noche (que me pareció que estaba mucho más buena, además llevaba una ropa de ir por casa que la hacía muy atractiva) para que pillase marijuana o hachís. Yo en ese momento ya sentía más deseo por la amiga que por ella, y aún así no estaba dispuesto a hacer nada por ninguna de las dos.
El caso es que la llevé a su casa. No sé si ella lo esperaba, pero no hubo beso, yo quería irme ya de una puta vez. Quizá encontrar a algún amigo y seguir bebiendo...
Después de dos días sin hablar con ella -tampoco ella me dijo nada, todo hay que decirlo-, me llegó un wasap diciéndome que no quería que yo me hiciese ilusiones, que me veía como a un amigo, que no me veía como a una persona con la que hacer locuras. Yo me quedé flipping, porque ya le había dicho previamente al encuentro, que yo no quería absolutamente nada y a finales del mismo, me mostré ya cada vez más frío y seco. Pero le dije que vale, que me parecía bien, que yo tampoco quería nada, que ya se lo había dicho antes y, que me parecía demasiado pronto para hablar de hamistac.
Y nada, aunque yo le diera calabazas, ella no pudo aceptarlas y tuvo que dármelas de una forma u otra a mí.
Ah, y antes de quedar, me hizo varias preguntas, en plan que cosas veía buenas de mi mismo y todo ese rollo, yo le dije que a que venía tanta pregunta y ella me dijo que "es que me tienes que motivar, porque después de lo de mi amiga"...
En fin, gilipipas del to'.