Pero vamos a ver, que parece que estéis sorprendidos por esa actuación cuando todos los días hay videos como ese y peores.
Que se juntan muchas cosas en la policía y GC últimamente: falta de formación, de vocación, escasa protección jurídica... Y en ese video poco compañerismo.
También digo lo de siempre. Esos videos habría que ver cómo empiezan, que siempre nos llegan cuando ya está todo liado
El año pasado un conocido, que no amigo, me pidió un favor. Su hijo había aprobado las oposiciones para el CNP y le daba miedo disparar una pistola. Que si podía dejarle disparar la mía para que no hiciera el ridículo en Ávila.
Me quedé muerto, la verdad. Te presentas a unas oposiciones para ser policía nacional dándote miedo usar un arma?
Nos fuimos a un secano suyo, bastante retirado del pueblo. Allí me contó que primero iba a presentarse a la GC, pero en la academia donde preparaban las oposiciones descubrió que la GC es un cuerpo militar y se cambió a la policía. Yo flipaba por momentos viendo la vocación de la criatura.
Le expliqué como funciona una pistola, le expliqué cómo se apunta... Entoces disparé yo dos tandas de dos para que lo viera. Hasta que no me repitió dos veces el proceso no le entregué la pistola. Se la di y la cogió como si le dieras asco o manchase. Joder que ganas de darle dos hostia me dieron. Su padre por momentos parecía que iba a llorar. Se la quite de las manos y le dije que la cogiera con seguridad y firmeza o nos íbamos. La volvió a coger, le entregué el cargador vacio y me tuvo que repetir los pasos cinco veces. Entoces le di un cargador con un proyectil, le di las indicaciones y grite fuego. Cuando fue a disparar giro la cabeza como si estuviera disparando un arcabuz y se fuera a quemar la cara. Madre mía...
Venga a explicarle otra vez los elementos de puntería y que asi no se puede disparar.
Segundo intento. Está vez no gira la cara pero cierra los dos ojos al disparar. El padre atacado de los nervios diciéndole de todo. Lo tengo que mandar callar para que no se ponga nerviosa la criatura. Tercer intento. Vuelve a cerrar los ojos. Cuarto intento. Lo mismo. En el octavo por fin no cierra los dos ojos. En el décimo le da a la diana por primera vez. Estamos a 20 metros.
Después de quince tiros le meto dos proyectiles en el cargador. Uno dentro y otro fuera. Al tercer intento mete los dos dentro. Le meto cinco proyectiles en el cargador y los dispara bien y todos a la diana. Le empieza a gustar. Otros cinco bien tirados y otro cinco. Paramos un rato para que asimilara todo y me dice que quiere tirar más. El padre con los ojos llorosos de la emoción.
Tiramos dos tandas más de cinco y arreando. Para apurar la caja el padre disparó el que quedaba. En total 50 proyectiles.
Deje el hierro en mi casa y nos fuimos a tomarnos un par de tercios el padre y yo. El zagal fijo que fue a hacer se una paja porque estaba emocionado.
24 años tiene.