¿Existe el suicidio en el reino animal aparte del ser humano? Ayer circulaba con el mundelemóvil por una glorieta, cuando una paloma vieja y despeluchada me sale al paso. No le vi ni el más mínimo atisbo de hacer un hábil amago para esquivar la trayectoria de la rueda, más bien creo que se limitó a situarse delante. Segundos antes del alcance la vi clavar sus hogos en los míos, como animándome a continuar, como pidiendo que no diera ese volantazo salvador, como pidiendo redención.
La comprendí perfectamente. Aseguré la trayectoria y aminoré la marcha. Cuando la rueda delantera de estribor alcanzó lenta y mortalmente al alado, al atraparla por sus cuartos traseros, sus pulmones estallaron con un sonoro ¡PLOM!, con una sucesión de sonidos de huesecillos rompiéndose, como si de una bolsa de Fritos se tratare.
No seguro del resultado, di una segunda órbita a la glorieta y pude observar su cuerpo aplastado en un 70%, su cabeza totalmente erguida y rígida, en un último ademán de agradecer a su benefactor el haberla liberado de su espantosa decrepitud.
Por supuesto, di una tercera pasada, y una cuarta.