Ja, ja, ja. Se lo ha dicho un pajarito al oído, ¿no?
Soy clarividente. Es curioso cómo hasta sonríe con elegancia. habéis visto?
En segundo lugar, puede que usted vea vacío, pero justo sería que argumentara por qué, si no, su afirmación carece de fundamento. Habla de alguna de mis virutdes y presupone, erróneamente, que no me adorna ninguna más.
de momento no conozco ninguna virtud real suya, de hecho creo, que las verdaderas virtudes las ha dejado de lado para alcanzar aquellas efímeras que adornan su vida.
Pues la valía de una persona se determina por todo lo que ha hecho en la vida, cómo se ha formado como persona y cómo se ha comportado con sus semejantes.
no estoy nada de acuerdo con esto. El cómo se forme una persona, hasta dónde llegue, no considero que sea mérito de uno mismo. Sino del azar, de la probabilidad, de dónde caíste y por ello, hasta dónde pudiste llegar.
El cómo se haya comportado con sus semejantes quizás sí.
Si lo único que le preocupa es el cuidado del alma, supongo que la persona más valiosa para usted es la monja de clausura que se retira a orar y meditar sobre Dios. Ésa es la persona más valiosa. Supongo que, atendiendo a esa escala de valores, pronto ingresará usted en un convento. Espero que sin conexión a Internet...
no me refiero al alma con ninguna connotación religiosa. He utilizado esa palabra para representar aquello que va unido a una persona y que la mayor parte de las veces se descuida, se olvida. Se deja de lado el valor real de uno mismo pues la forma en que se mide la grandiosidad cada vez va más unido a conquistas, a aquello que tomas como tuyo.
Hablo de poder y el alma no entiende ese lenguaje.
El error de base lo tiene usted. Hablamos de relaciones personales, de amor, y el amor va más allá de la valía de las personas. Las madres aman a sus hijos aunque sean personas deleznables, por si le vale de ejemplo.
no todas, mira el caso de Bell 
Para amar no sólo se requiere que la persona sea valiosa, que tiene su importancia, se requieren muchas otras cosas: afinidades, sentimientos, capacidad de disfrutar la vida juntos, atracción sexual, etc. La valía no es lo único, ni lo más importante.
Personalmente, no podría atraerme jamás una jenny de barrio ni una persona que no supiera hablar bien el español, tampoco querría compartir mi vida con una persona que no tuviera interés por el mundo, por los viajes y por la cultura. Eso no convierte a una persona en más o menos valiosa, simplemente, a mí, no me atraería.
por supuesto que no te atraería, tampoco me atraería a mí un ambicioso egoísta con ganas de conocer, de vivir, de viajar. Creo que para llegar a valorar ese interés por el mundo de alguien, ese alguien debe de tener una base de honestidasd y de bondad.

No se preocupe, que no me ofendo, me entretiene rebatir sus erradas opiniones. Y descuide, que yo nunca lo llevaré al terreno personal, tengo más categoría moral.
quizás el no llevarlo al terreno personal, el no ofuscarse, no le de precisamente categoría moral, sino más bien es un interés insano por aparentar ser alguien tranquilo y razonable. Interés que no todos tenemos pues no a todos no importa qué imagen damos.