[RETARDS] El cuesco sillero

Häskelärk

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13 Oct 2009
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¿Que opinais del cuesco sillero? ese que se suelta en la intimidad de tu silla y se degusta ya que la unica via de escape que tiene es hacia arriba? acabo de soltar uno y ha sido de esas sensaciones desagradables que me hacen sentir como si ese gas fuese a quemarme la garganta cual bomba de cloro de 1915.

A veces los suelto tambien mientras veo a alguna pobre diabla en xvideos y se me junta la mezcla de imagenes con olor transmitiendome toda la inmundicia del mundo.

Y tú, forero ¿cómo sientes los cuescos silleros?
 
En silla de plástico y rodeado de gente que toma el té, acompañado de sandwiches de pepino.
 
Con una especie de cosquilleo la mar de agradable.
Se escurre poco a poco entre las nalgas hacia arriba y en ese momento que está en contacto con tus lumbares pero aún no se ha ido uno está a las puertas del cielo.
 
Con una especie de cosquilleo la mar de agradable.
Se escurre poco a poco entre las nalgas hacia arriba y en ese momento que está en contacto con tus lumbares pero aún no se ha ido uno está a las puertas del cielo.

¿Te salen para atras? eso debe ser estilo escape de renault twingo, los mios salen para adelante.
 
¿Te salen para atras? eso debe ser estilo escape de renault twingo, los mios salen para adelante.

Nunca me había planteado siquiera que pudiesen salir por otro lado.
Y ahora que sé que existe la opción, no puedo esperar a tirarme uno y que el gas escape acariciándome el escroto.
¿Hemos reinventado el placer del pedo?
 
Los cuescos -como hacerse pajas o sacarse mocos- son de los pocos placeres gratuitos que se degustan en soledad. Yo estoy disfrutando últimamente en el sofá, mientras veo noticias sobre Jorge Javier, algunos de los de bouquet mas extraordinario, fruto de la maceración en barrica de bacterias de gripe gastrointestinal. Son cuescos de esos silenciosos -que, como las mujeres, anuncian peligros-, blanditos, que te queman el ojete según van deslizándose huevera arriba. Son densos y tardan en llegar a las fosas nasales, pero cuando lo hacen, inundan tu pituitaria y te embriagan cual nube de láudano a Lord Byron.
 
Lo mejor es tirarse cuescos en espacios públicos y cerrados. Todos harán como que no han sido ellos y les verás disimular mientras se mastican tu podredumbre. Maravilloso.
 
Lo maravilloso es hacerlo en una terraza con la cuadrilla, parientas y sus desechos genéticos. Elevas un poco el ojete, sonries y lanzas la bomba fétida para deleite del personal, jolgorio de niños y odio eterno de las que se comieron a las novias de tus hamijos.
 
Hay lugares en los que los pedos cobran vida propia y se empeñan en salir; lugares inapropiados donde, sin embargo, se diría que se encuentran como pez en el agua. Por ejemplo, los ascensores. Acabas de arreglarte, todo en orden, llega el ascensor y ..¡horreur!, mientras se cierran unas puertas, tratan de abrirse otras. ¿Por qué? Entonces comienza el juego loco: ¿y si me lo tiro y entra la señora de..? Ay, no. O sí... ¡Sin duda eres un ojete juguetón!.

¿Qué otros lugares creéis que ejercen un influjo poderoso sobre las fibras musculares de nuestros anos?
 
En silla de plástico y rodeado de gente que toma el té, acompañado de sandwiches de pepino.
Ojo, que hay sillas de plástico de estas chaleteras o de cine de verano que por alguna razón resuenan de puta madre. Es raro, porque no tienen caja de resonancia, pero la verdad es que se nota mogollón como la vibración se transmite desde el asiento a las cuatro patas: rrrrrrrraska!
 
Pero lo de las máquinas tiene un motivo mecánico. Yo me refiero a lugares quietos, falsamente escondidos, que parecen atraer irremediablemente a nuestros gases, en un juego alquímico. Por ejemplo, los probadores; es que es entrar y ya empieza el rebujeo. Es como si nuestros intestinos tuvieran traviesas intenciones. ¿Os pasa?
 
Ojo, que hay sillas de plástico de estas chaleteras o de cine de verano que por alguna razón resuenan de puta madre. Es raro, porque no tienen caja de resonancia, pero la verdad es que se nota mogollón como la vibración se transmite desde el asiento a las cuatro patas: rrrrrrrraska!

Eso es que te falla el silenciador de mala manera, algunas tienen como un cojín que te mete antiruido para masacrar a quien sea.
 
A mi despues de hacer bici en el gim salgp casi siempre empalmado y con una semsibilidad en el galnde de la oatia.. Debe ser por la presion del sillin en la prostata o no se.. Algun dia me tengp metido en el baño a hacerme una paja
 
El mejor el cuesco camero. Ese pedo caldoso, que pone el ojal al 1500 grados y que te tiras silenciosa y sibilinamente. Un asesino perfecto aparece de pronto con hedor infame y penetrante, causando los improperios más descarnados de tu acompañante, mientras tú te entierras debajo del edredón a embriagarte de ese aroma a infierno
 
No falla, un hilo de pedos es siempre garantía de éxito en PL. Forero novato o lector timorato: si quieres que tu primer hilo sea un éxito de concurrencia, posteo y público has de tratar cualquier escatología. Eso te quitará el miedo a abrir hilos y te ayudará a entrar con buen pie.
 
Yo, que soy un tipo refinado, levanto una nalga, y soplo con gracia. También levanto el meñique a la hora del té. España y yo, somos así...
 
¿Que opinais del cuesco sillero? ese que se suelta en la intimidad de tu silla y se degusta ya que la unica via de escape que tiene es hacia arriba? acabo de soltar uno y ha sido de esas sensaciones desagradables que me hacen sentir como si ese gas fuese a quemarme la garganta cual bomba de cloro de 1915.

A veces los suelto tambien mientras veo a alguna pobre diabla en xvideos y se me junta la mezcla de imagenes con olor transmitiendome toda la inmundicia del mundo.

Y tú, forero ¿cómo sientes los cuescos silleros?

desagradable hijodeputa? una de las mayores ambrosías, los mayores placeres, DESAGRADABLE.

Si tuvieras dignidad te banerías de este hilo :lol:
 
El pedo camero en invierno arrebujado en tu nórdico, que mueves para que inunde y caliente el oxígeno disponible y llegue en todo su primigenio esplendor, sin refinar, sin pasarlo por un cedazo, sin decantar... pura molécula letal para deleite de tus vibrisas nasales.
Un fragmento memento mori, de la esencia intacta de tu propio ser. Placer de Dioses al alcance de los mundanos.

Luego hablan de follar y mariconadas de esas...
 
Nunca me había planteado siquiera que pudiesen salir por otro lado.

Depende del grado de inclinación. Con la espalda ligeramente hacia atrás la emanación te caldeará el escroto, ligeramente hacia adelante te erizará los pelos de la espalda.
 
El cuesco camero sin duda se benefició de la llegada de los edredones a finales del siglo XX. Gracias a su aireado sistema, permitían con poco esfuerzo un reparto uniforme y duradero de los gases.
 
Última edición:
@YoHiceARoqueIII @Torquemada2.0 yo tabien venia a hablar del pedo camero así que no voy a decir nada nuevo de esa ambrosía. Saber que no debes levantar las sabanas y aun así hacerlo obligado por un impulso irreprimible, un instinto grabado en nuestro cerebro primigenio herencia de tiempos preteritos cuando fuimos reptiles y respirabamos el fétido hedor la de charca inmunda.
 
Los pedos cameros y marraneros son los más satisfactorios, esos que se expelen con nanopartículas de hez que impregnan los calzoncillos a buena mañana, cuando todavía estás en la cama a punto de levantarte. Levantas las sábanas agitándolas al tiempo que los aireas.

Aunque ese tipo de cuesco solamente es divertido si compartes cama con alguna moza, especialmente si ésta es algo recatada y odia respirar el hedor fétido que sale de tus entrañas.

En mi etapa universitaria recuerdo que había un compañero de clase al que apodábamos el Pantojo por su extraordinario parecido físico con Paquirrin, pero en rubio, y medio enano. Cuando llegábamos a buena mañana a la puerta de clase le decía en plan inocente "déjame la mano, que te voy a leer el futuro", y en un movimiento rápido y certero la acercaba a mis posaderas y expelía una ventosidad. Cayó en la trampa varias veces despertando la risión e hilaridad de los otros hamijos de universidad. Con el tiempo dejó de hablarme e incluso trató de engañarme con unos apuntes por el agravio que suponía cuescarme en su mano.
 
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