John McClane
I ❤ Alfonso
- Registro
- 12 May 2009
- Mensajes
- 10.465
- Reacciones
- 4.013
Nada como empezar el día con una punta de 'el perico'.
En ±30 años no he tenído muchos desayunos buenos. Ahora me gusta el café con calostro de almendra y una llovizna de azúcar moreno, llamadme maricón. Dejar la teta de una madre a los 12 años no es algo tan raro. No es mi caso, pero conozco unos cuantos. Es mi caso, y os lo confieso amparado por la larga amistad que nos une, que mi madre me ayudaba a limpiarme el culo hasta los 14; con ayudar me refiero a que tenía que ver cómo salía el papel impoluto porque no le gustaba que me cagara en los calzoncillos. Yo nunca admitiré que la caca siempre acababa ahí antes siquiera de llegar al baño.
Ahora desayuno nada más salir de la cama. Cafetera al fuego mientras lavo los platos y muevo las caderas para bajar la mierda. Café caliente sobre el señor roca y un par de noticias. Un cigarrito quizá. Bidet y toalla, pilares fundamentales de la economía de cualquier país civilizado..., el primer porrito me hace disfrutar más de lo maravilloso que es ir a trabajar con el culo impecable. Pero yo no trabajo. Por favor.
Hoy el señor pai me ha recordado lo maravilloso que es empezar el día con una perla de rica y fresca farlopa chocando brutalmente contra la corteza prefrontal de mi cerebro. Todo comenzó con una broma, ha ha, pero quizá mañana ya podréis considerarme como un igual a esos MILLONES de seres que comienzan el día vistiéndose por los pies.
Salud, compas. No soy mejor que ninguno de vosotros.
En ±30 años no he tenído muchos desayunos buenos. Ahora me gusta el café con calostro de almendra y una llovizna de azúcar moreno, llamadme maricón. Dejar la teta de una madre a los 12 años no es algo tan raro. No es mi caso, pero conozco unos cuantos. Es mi caso, y os lo confieso amparado por la larga amistad que nos une, que mi madre me ayudaba a limpiarme el culo hasta los 14; con ayudar me refiero a que tenía que ver cómo salía el papel impoluto porque no le gustaba que me cagara en los calzoncillos. Yo nunca admitiré que la caca siempre acababa ahí antes siquiera de llegar al baño.
Ahora desayuno nada más salir de la cama. Cafetera al fuego mientras lavo los platos y muevo las caderas para bajar la mierda. Café caliente sobre el señor roca y un par de noticias. Un cigarrito quizá. Bidet y toalla, pilares fundamentales de la economía de cualquier país civilizado..., el primer porrito me hace disfrutar más de lo maravilloso que es ir a trabajar con el culo impecable. Pero yo no trabajo. Por favor.
Hoy el señor pai me ha recordado lo maravilloso que es empezar el día con una perla de rica y fresca farlopa chocando brutalmente contra la corteza prefrontal de mi cerebro. Todo comenzó con una broma, ha ha, pero quizá mañana ya podréis considerarme como un igual a esos MILLONES de seres que comienzan el día vistiéndose por los pies.
Salud, compas. No soy mejor que ninguno de vosotros.