Con vuestros consejos y vuestros vídeos musicales estáis perjudicando más que ayudando, no tenéis ni puta idea de por dónde van los tiros, como de costumbre. Ahora que redpo ha contado su historia lo que necesita son consejos de perros callejeros que ya estén de vuelta de estos asuntos y de la vida en general. Como yo y mis infinitas experiencias con mujeres, conocidas por todos vosotros.
La redención, que es la salvación del alma por medio de una acción de la voluntad. Redpo se ha redimido, ha vomitado todo lo que tenía en el estómago y hacía que no pudiese dormir y la cama le diese vueltas después de una noche de verano de borrachera. Se ha reventado esa espinilla de la oreja que tanto daño le hacía y que tan difícil era explotar por dónde estaba. Ya está, ya pasó el mal trago, lo ha contado y ahora está fuera, ya no es un runrún que le reconcome por dentro, ahora es una mierda de historia más de las miles y miles que les pasan a los hombres mierdas como él. Ya no es algo importante, secreto, doloroso; ahora es una puta tontería que solo sirve para reírnos de él y perderle el poco respeto que le teníamos. Se creía alguien importante por su desdicha, su mal de amores, y resulta que no es más que un pobre beta.
Sí, redpo es ese que casi. Casi es guapo, casi construye una casa a su gusto, casi es piloto, casi se liga a una mujer top. El puto casi, el eterno casi, casi fue feliz, casi toca el infierno. Se vio muy cerca, lo tenía al alcance de las manos, si alargaba un poco más el brazo casi que acariciaba el éxito con la yema de los dedos, estaba ahí, lo veía. Volaba y ese trabaja le daba confianza en sí mismo, era un trabajo glamuroso y bien pagado, la alopecia le respetaba y la vida le había dado una prorroga de la juventud, aún no era un cara padre. Y el broche era Macarena, un complemento que le podía dar un plus de confianza, tener a una mujer de esa categoría a su lado era la prueba de que redpo era un winner. Así todo el mundo sabría lo que vale, una tía de esas no está con cualquiera, si redpo la tiene enamorado eso quiere decir que redpo es mucho redpo porque las Macarenas de la vida pueden estar con cualquiera y entre esos siempre eligen al mejor de los mejores y si estaba con él era porque redpo era un alfa.
Y soñó que lo era o lo podía ser, soñó que podría domesticar a la fiera, aplacar su furor uterino, enamorarla, someterla, dominarla. Y con esto obtendría la admiración de los demás hombres, que le verían como un puto líder, ahora ya no se reirían de él por medir 1,74 m. y ser un tirillas.
Se ilusionó en exceso, creía que había burlado al destino, que había fabricado un super hombre sólido con una coraza dura como una roca a partir del barro. Pero que va, el barro se empieza a agrietar al poco tiempo y al primer mazazo de hace añicos. Todo era una ilusión, un anhelo, un espejismo autoinducido.
Ahora recoge los pedazos y trata de amasar otro hombre, los pone a remojo y vuelta al torno, a fabricar otro hombre pero esta vez no saldrá tan bonito aunque redpo ya ha aprendido la resistencia del material del que está hecho. No es un dios de titánio, ni un alfa de marmol; simplemente es un trozo de arcilla amasado con forma de tinaja y que sirve para lo que sirve y ya está.
En algún momento se dio cuenta de que jamás tendría el amor de Macarena, porque Macarena era mucha Macarena para él. Demasiado pollo para tan poco arroz, y se dio cuenta, supo que jamás la tendría pero él quería poseerla de una forma u otro, y si no podía tener su amor entonces tendría su desprecio. Y por eso redpo siguió enganchado a ella, para sentirla dentro, para sentir dentro de él todo el desprecio que Macarena le daba mientras le sacaba los ahorros de piloto. A su manera la poseyó, era el dueño de su odio y asco, era el hombre que acaparaba su desprecio.
Pero ya pasó la borrachera, has dormido la mona vestido y con los zapatos puestos, ahora toca limpiar el vómito de la habitación, reponerse a la resaca y empezar un nuevo día después de una noche loca de drogas y alcohol.
Ponte este vídeo a todo volumen y baila agarrado a tu fregona mientras sonríes.