Error de syntaxis
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- 10 Jun 2006
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Sentir que la muerte obedece a tu voluntad ha sido, desde el inicio de los tiempos y junto al deseo sexual, una de las experiencias más seductoras para el género humano. Agitar un brazo, encoger el índice o apretar el pulgar constituyen gestos simples pero tan poderosos que, con el tiempo, acaban por volverse una adicción. La mía comenzó hace un par de años, cuando caminando por la calle vi una katana a la venta en una tienda de chinos. La curiosidad me pudo y me hice con ella. Cualquiera que haya tenido una de estas mierdas baratas entre manos coincidirá conmigo en que su calidad es pésima: la madera del mango, así como la de la funda se marcan al paso de una uña, y la hoja suele estar mal atornillada. En algunos casos (como el mío), la guarda es de plástico. Decidido a convertir aquella herramienta en un arma, descarté todas las piezas menos la hoja. Mandé a hacer una empuñadura y una vaina nueva y con las herramientas de mi padre y unos trozos de metal que había en casa moldeé la nueva guarda y el pomo. Además, le di filo a la hoja. El resultado:
En todos los sitios en los que enseñaban a usarla no me dejaban practicar con ella, sino que obligaban a usar unos palos de madera con los que era prácticamente imposible matar. ¿Cómo es posible entrenar a un guerrero si no se le enseña a lidiar con el miedo a la muerte, si sabe que nunca sufrirá nada más grave que un hematoma accidental? ¿Cómo aprenderá a explotar su ira homicida si no se le deja matar en los entrenamientos? No estoy hablando de sacrificio de estudiantes, ya sé que eso no les saldría rentable a los dojos porque se quedarían sin alumnos, pero no me entra en la cabeza que alguien sea capaz de aprender una técnica de combate si justo después de ejecutarla el proceso de aprendizaje no es reforzado con un chorro de sangre que bañe la empuñadura. Las armas, al igual que las artes marciales, fueron hechas para una sola cosa: matar, matar y matar.
Este hilo servirá para que presentéis vuestras armas (convencionales o de fabricación casera), así como pequeños consejos para usarlas en el buen modo: el asesino.
Empezaré yo con algo de mi propia cosecha:
El ataque frontal de Syntaxis está destinado a impactar contra la frente del enemigo y acabar con su vida de un solo golpe. Tiene que ser rápido y contundente, porque si se falla en la ejecución el adversario tendrá una oportunidad clarísima para contraatacar. Si se hace bien, la cabeza del enemigo se abrirá en dos como una sandía y vuestro buen hacer será recompensado con una explosión victoriosa de sesos.
Empezaremos con lo más básico y más importante: cómo coger el arma. Lo mejor es ilustrarlo con una imagen.
Una mano (la derecha si sois diestros, la izquierda si sois zurdos) va junto a la guarda. La otra sujeta el pomo).
El ataque frontal de Syntaxis es un movimiento compuesto que puede disgregarse en otros dos más simples. Sé que se vería más claro con un gif, pero mi habitación es demasiado pequeña como para que la animación quede bien sin destrozar el mobiliario. Espero que se entienda.
El primer movimiento:
La posición inicial es con la espada hacia atrás, flexionando los brazos hacia la espalda.
A continuación, se deja caer la espada hacia delante con rabia. Nada de técnica, nada de pensar. Sólo fuerza bruta y sed de sangre. ¿Entendéis?
Hasta ahora, este golpe lo podría realizar un pulgapedorra cualquiera encocado hasta las cejas. Ahora es cuando viene el truquillo.
El segundo movimiento:
En combinación con el primer movimiento, echamos la mano diestra (la que está junto a la empuñadura) hacia delante, en dirección a la frente del enemigo. La mano torpe la echamos hacia atrás.
Posición inicial.
Posición final.
De esta manera, la fuerza resultante es producto de dos movimientos: el que lleva la hoja de nuestra espalda hasta la cara del enemigo (movimiento 1) y el efecto palanca que efectuamos sobre la espada moviendo las muñecas (movimiento 2).
Espero que la guía os haya sido de ayuda. Aportad todo lo que podáis, en estos tiempos de inseguridad es vital que los ciudadanos sepamos defendernos, aunque el gobierno y sus “leyes” nos quieran quitar ese derecho natural que supone poder arrebatarle la vida a alguien que nos caiga mal.
Bechis,
Syntaxis.
En todos los sitios en los que enseñaban a usarla no me dejaban practicar con ella, sino que obligaban a usar unos palos de madera con los que era prácticamente imposible matar. ¿Cómo es posible entrenar a un guerrero si no se le enseña a lidiar con el miedo a la muerte, si sabe que nunca sufrirá nada más grave que un hematoma accidental? ¿Cómo aprenderá a explotar su ira homicida si no se le deja matar en los entrenamientos? No estoy hablando de sacrificio de estudiantes, ya sé que eso no les saldría rentable a los dojos porque se quedarían sin alumnos, pero no me entra en la cabeza que alguien sea capaz de aprender una técnica de combate si justo después de ejecutarla el proceso de aprendizaje no es reforzado con un chorro de sangre que bañe la empuñadura. Las armas, al igual que las artes marciales, fueron hechas para una sola cosa: matar, matar y matar.
Este hilo servirá para que presentéis vuestras armas (convencionales o de fabricación casera), así como pequeños consejos para usarlas en el buen modo: el asesino.
Empezaré yo con algo de mi propia cosecha:
El ataque frontal de Syntaxis está destinado a impactar contra la frente del enemigo y acabar con su vida de un solo golpe. Tiene que ser rápido y contundente, porque si se falla en la ejecución el adversario tendrá una oportunidad clarísima para contraatacar. Si se hace bien, la cabeza del enemigo se abrirá en dos como una sandía y vuestro buen hacer será recompensado con una explosión victoriosa de sesos.
Empezaremos con lo más básico y más importante: cómo coger el arma. Lo mejor es ilustrarlo con una imagen.
Una mano (la derecha si sois diestros, la izquierda si sois zurdos) va junto a la guarda. La otra sujeta el pomo).
El ataque frontal de Syntaxis es un movimiento compuesto que puede disgregarse en otros dos más simples. Sé que se vería más claro con un gif, pero mi habitación es demasiado pequeña como para que la animación quede bien sin destrozar el mobiliario. Espero que se entienda.
El primer movimiento:
La posición inicial es con la espada hacia atrás, flexionando los brazos hacia la espalda.
A continuación, se deja caer la espada hacia delante con rabia. Nada de técnica, nada de pensar. Sólo fuerza bruta y sed de sangre. ¿Entendéis?
Hasta ahora, este golpe lo podría realizar un pulgapedorra cualquiera encocado hasta las cejas. Ahora es cuando viene el truquillo.
El segundo movimiento:
En combinación con el primer movimiento, echamos la mano diestra (la que está junto a la empuñadura) hacia delante, en dirección a la frente del enemigo. La mano torpe la echamos hacia atrás.
Posición inicial.
Posición final.
De esta manera, la fuerza resultante es producto de dos movimientos: el que lleva la hoja de nuestra espalda hasta la cara del enemigo (movimiento 1) y el efecto palanca que efectuamos sobre la espada moviendo las muñecas (movimiento 2).
Espero que la guía os haya sido de ayuda. Aportad todo lo que podáis, en estos tiempos de inseguridad es vital que los ciudadanos sepamos defendernos, aunque el gobierno y sus “leyes” nos quieran quitar ese derecho natural que supone poder arrebatarle la vida a alguien que nos caiga mal.
Bechis,
Syntaxis.