Voy a seguir con la turra.
Empezaremos con el sueño:
Ver el archivos adjunto 198873
Foto: @pai-mei y @serdo echando una cabezadita tras jugar con la cuca.
El sueño es quizás de todos los pilares de los que hablé, el principal. Podemos pasar una semana sin comer, unos días sin beber, pero el sueño en cuanto nos falta nos convertimos en unos zombies que no nos aguantamos en pie. Dormir bien es fundamental para la longevidad porque
ayuda a reparar el cuerpo,
regula procesos biológicos vitales y
previene el envejecimiento prematuro. Los mecanismos implicados incluyen procesos químicos (como la producción de hormonas y neurotransmisores), biológicos (regeneración celular, control inflamatorio) y neurológicos (función cognitiva, eliminación de toxinas).
Beneficios clave para la longevidad
- Reparación y regeneración celular: Durante el sueño, se produce la hormona del crecimiento, esencial para la restauración de tejidos y órganos, manteniendo la salud física y ralentizando el envejecimiento celular.
- Reducción de inflamación crónica: El sueño profundo regula citoquinas antiinflamatorias, ayudando a combatir procesos degenerativos y enfermedades crónicas. Marco esto porque si algo no es envejece, es la inflamación, la que acaba produciendo la oxidación de nuestras células.
- Salud cardiovascular y metabólica: Dormir bien reduce el riesgo de diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, pues durante el sueño disminuye la presión arterial y se regulan los niveles hormonales como el cortisol. Durmiendo, además, controlamos el apetito y las hormonas que se dedican a controlarlo, haciendo que no tengamos hambre. Esto es importante porque al hacer dieta intermitente, es bueno aprovechar las 8 horas de sueño.
- Salud cerebral: El cerebro elimina toxinas, como las proteínas beta-amiloide ligadas al Alzheimer, y fortalece conexiones neuronales esenciales para la memoria y el aprendizaje.
- Fortalecimiento inmune: Durante el sueño, el sistema inmunológico se activa para detectar y eliminar patógenos, protegiendo al cuerpo de infecciones y enfermedades.
- Plasticidad neuronal: Dormir bien favorece la formación de nuevas conexiones cerebrales y mejora procesos cognitivos como la memoria y la concentración.
Procesos químicos y biológicos implicados
- Neurotransmisores y hormonas: Melatonina, serotonina, adenosina y hormona del crecimiento desempeñan papeles clave en la regulación del ciclo sueño-vigilia y la reparación celular.
- Regulación de genes y péptidos: El sueño activa genes relacionados con la restauración y reparación de sistemas corporales, así como péptidos que controlan respuestas inmunes e inflamatorias.
- Sistema glinfático: El sueño favorece la función glinfática, que elimina desechos cerebrales y toxinas acumuladas durante el día.
Impacto del déficit de sueño
- El sueño insuficiente acelera el envejecimiento celular, aumenta la inflamación, debilita la inmunidad y está relacionado con mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas, metabólicas y cardiovasculares.
- Alteraciones químicas como niveles elevados de cortisol y citoquinas proinflamatorias contribuyen al deterioro de tejidos y funciones orgánicas.
En resumen, mantener una buena calidad y cantidad de sueño es uno de los hábitos más importantes para promover la longevidad y prevenir enfermedades crónicas relacionadas con el envejecimiento.
Para que el sueño influya positivamente en la longevidad, debe ser suficiente en cantidad, de alta calidad, regular y bien sincronizado con los ritmos biológicos del cuerpo.
Características clave del sueño saludable
- Cantidad suficiente: Dormir entre 7 y 9 horas cada noche es lo óptimo para adultos. Cantidades inferiores o superiores se asocian con mayores riesgos de mortalidad y deterioro cognitivo.
- Calidad alta: El sueño debe ser profundo, continuo y sin interrupciones frecuentes. La eficiencia del sueño (tiempo real dormido vs tiempo en la cama) debe ser superior al 85% para considerarse saludable.
- Regularidad: Es importante acostarse y levantarse diariamente a la misma hora, permitiendo que el reloj biológico interno se estabilice. La irregularidad en los horarios aumenta el riesgo de enfermedades crónicas y reduce la longevidad.
- Fases adecuadas: Tanto el sueño profundo (N3) como el sueño REM deben estar presentes en cantidad suficiente. El sueño profundo ayuda a la reparación física y el inmunológico, mientras que el REM refuerza memoria y aprendizaje.
Hábitos que favorecen el sueño para longevidad
- Mantener horarios regulares.
- Crear un ambiente oscuro, fresco y silencioso para dormir.
- Evitar pantallas y luz azul antes de acostarse.
- Limitar consumo de alcohol y cafeína. O mejor, reducirlo a cero.
- Practicar ejercicio regularmente, pero evitarlo justo antes de dormir.
- Gestionar el estrés y practicar técnicas de relajación.
- Mantener relaciones sexuales un rato antes de dormir también facilita el sueño, como puede verse en la foto. No creo que a un forero le sea de gran ayuda, pero bueno.
Un sueño de calidad, suficiente y regular es uno de los factores más determinantes para una vida más larga y saludable.
Mejorando este aspecto ya hemos conseguido una mejor calidad de vida conforme vayamos envejeciendo. Respecto a las enfermedades cardiovasculares, es peor la falta de sueño y la aparición del estrés que un sobrepeso y poca actividad física, por ejemplo. Aunque estos tampoco dejan de ser factores de riesgo.