Anoche soñé con vosotros. Soñé que hacíamos todos una macroquedada foril de un fin de semana en un hotel aislado en la montaña, tipo El Resplandor. Todo era de puta madre: risas, sorpresas, conocerse en persona, fiesta... Un sueño bastante plácido, hasta que apareció un cadáver con evidentes signos de abuso sexual post mortem. Ahí el sueño empezó a torcerse en pesadilla.
Como estábamos aislados, no podíamos recurrir a nadie dentro de la lógica del sueño. Todo el buen rollo se acabó y empezaron a aparecer más y más cadáveres de foreros, mutilados de forma atroz y con restos de semen. Cada vez quedábamos menos y la inquietud del sueño era mayor. Al final solo quedamos dos foreros:
@Darkiano y yo.
Sentía mucha angustia porque ya estaba claro que solo podía haber sido Darkiano y me corroía una gran culpa por no haberlo visto antes, dado que era algo bastante evidente y previsible por cómo es él. No había podido salvar ni a un puto forero y el hijo de puta de Darkiano había podido dar rienda suelta a su depravada y enferma mente sin que nadie le hubiese parado los pies.
En ese momento empecé a temer por mi propia seguridad. La pesadilla se tornaba cada vez más asfixiante, así que hice lo que habría hecho cualquiera: cogí una cucharilla de postre y me abalance sobre Darkiano, al que conseguí sacarle los ojos con la puta cucharilla. Estaba temblando mientras Darkiano iba gritando de un lado para otro, chocando contra todo el mobiliario. Me dio todavía más miedo, como si la sombra de su amenaza se hubiese acrecentado, así que empecé a apuñarlalo en el estómago con la cucharilla hasta que la informe masa de sangre y vísceras dejó de convulsionarse. En ese momento sentí un gran alivio; estaba a salvo y ya podía irme de allí, no sin antes correrme muy fuerte en la cuenca de sus ojos.
Tened cuidado con las cenas en estos días.