follaniños
Forero del todo a cien
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- 22 Feb 2023
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Recuerdo que cuando mi mejor amigo de la infancia me dejó tirado, me vi obligado a buscar amistades en el rincón más ocuro y cruel de mi juventud: mis compañeros de clase. El que no jugaba a fútbol lo hacía a baloncesto, y el que no, tenía la pley 1. Yo leía Los tres investigadores porque las 25 pesetas que costaba hacerse socio en la biblioteca eran la mayor inversión en ocio que iban a hacer mis padres por mí.
Así que empecé a acoplarme a ellos tratando de vencer los escrúpulos de mi mente que me recordaban que ahí no me querían. Y quedaban para ir al cine, y no me avisaban, y quedaban para jugar al wor rali car en casa del líder, y me enteraba el lunes siguiente. Y yo me arrastraba y renunciaba a la dignidad porque ni sabía qué significaba eso, y mi madre si no salïa un sábado a jugar me castigaba aunque le importaba una mierda que me pasase el día solo sentado en algún parque. No me quería en casa y ya.
Y un día uno de ellos me dijo "vamos el sábado a Santander a ver la de litel niki, vente" y tuve que gastar todos mis ahorros para pagar las trescientas pesetas del tren (con mucho lol mi madre me decía "si no tienes dinero te quedas en casa"), pero en realidad seguía siendo un acoplado, y aunque todavía rememore aquella invitación como mi mayor logro social, la verdad es que siguieron sin aceptarme, y pasé de los 12 a los 16 años sin poder nombrar a un amigo.
Pero una vez follé a pelo el culo de una puta y le dejé el grupo dentro. Que la vida te importe una mierda te hace intocable. Ahora me ven y me saludan, "a ver cuándo quedamos". Uno murió de leucemia el año pasado, y yo me reí. Que te jodan, payaso.
Así que empecé a acoplarme a ellos tratando de vencer los escrúpulos de mi mente que me recordaban que ahí no me querían. Y quedaban para ir al cine, y no me avisaban, y quedaban para jugar al wor rali car en casa del líder, y me enteraba el lunes siguiente. Y yo me arrastraba y renunciaba a la dignidad porque ni sabía qué significaba eso, y mi madre si no salïa un sábado a jugar me castigaba aunque le importaba una mierda que me pasase el día solo sentado en algún parque. No me quería en casa y ya.
Y un día uno de ellos me dijo "vamos el sábado a Santander a ver la de litel niki, vente" y tuve que gastar todos mis ahorros para pagar las trescientas pesetas del tren (con mucho lol mi madre me decía "si no tienes dinero te quedas en casa"), pero en realidad seguía siendo un acoplado, y aunque todavía rememore aquella invitación como mi mayor logro social, la verdad es que siguieron sin aceptarme, y pasé de los 12 a los 16 años sin poder nombrar a un amigo.
Pero una vez follé a pelo el culo de una puta y le dejé el grupo dentro. Que la vida te importe una mierda te hace intocable. Ahora me ven y me saludan, "a ver cuándo quedamos". Uno murió de leucemia el año pasado, y yo me reí. Que te jodan, payaso.
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