Windingrefn
Llorona
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Hacemos un estúpido parón en setiembre. Y otro en octubre.
Con lo que metemos 6 partidos en 17 días.
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Mira, los chicos jóvenes del Benaiges

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Hacemos un estúpido parón en setiembre. Y otro en octubre.
Con lo que metemos 6 partidos en 17 días.
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Archivan la causa, pero, ¿que castigo hay para la hija de puta esta que actúa dominada por el despecho? Solo, tu versión es falsa y no se sostiene, causa archivada.
Esto no cesará.
Día feliz para el susurrador de vacas Setien, parece que el Barça por fin le ha pagado su deuda cuatro años después.
A este paso el Madrid no tendrá ni once tíos la semana que viene en liga.
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Guler no tiene nada. Estará disponible para ver el partido desde el banquillo.
Algo falla cuando los propios madridistas copian y pegan esto sin informarse primero.
Ahí Rodrygo no habla del Madrid, habla de la selección. Pero me estoy encontrando muchos merengues que directamente dan por hecho que habla del Madrid y no se fijan. Y ese es el problema, que en sus cabezas ya no les suena raro que el negro hubiera podido decir eso sobre el Madrid.
Este artículo de Pedro Simón en El Mundo ha traído cola, aunque no me parece nada del otro mundo.
Aquí lo cago por si no lo han leído al ser de pago.
El racismo según San Vinicius
En Brasil, los negros cobran un 57% de lo que cobran los blancos, pero el autoproclamado buque insignia mundial de la lucha contra el racismo -20 millones de euros al año- jamás habla de aquello.
Si -según San Vinicius de Asís- España es tan racista que no debe acoger el Mundial de fútbol de 2030, entonces Brasil tendría que ser condenado a no celebrarlo jamás.
En el país natal del futbolista, el 80% de las víctimas de la Policía que más mata del mundo (6.000 homicidios al año) son negros como él; un negro de entre 15 y 29 años tiene un 147% más de probabilidades de ser asesinado por la Policía que un blanco; el 96% de los presentadores de televisión tienen la piel clara; el 86% de los magistrados, lo mismo; y luego está la brecha salarial: de media, los primeros solo cobran un 57% de lo que cobran los segundos.
Pero el buque insignia de la lucha mundial contra el racismo -20 millones de euros al año- jamás habla de aquello.
Conviene recordarlo ahora que el astro -que cada vez ofrece más síntomas de niñato malcriado- se ha arrogado los papeles de sociólogo, de Teresa de Calcuta y de gran inquisidor.
Que Vinicius es muy bueno con el balón en los pies es tan evidente como que es una especie de Mocito Feliz en lo tocante a mantener la cabeza entre los hombros. Si el Vinicius actual -quien está grabando un documental sobre su vida para Netflix y al que se le está yendo la mano pidiendo foco- es el icono que el fútbol necesita contra el racismo, entonces el Joe Pesci de Casino es el hombre adecuado para una catequesis infantil.
Lo que le molesta a Vinicius no es el moqueo racista de una minoría (existe y es execrable) que no define a un país, sino que el centro de la diana sea él: un tipo que, por lo demás, suele faltar el respeto a los rivales, tiene broncas con prácticamente todos los equipos, humilla a los clubes pequeños, reta a las aficiones con gestos poco ejemplares y gesticula airadamente a los árbitros.
Alguien que le quiera tiene que decirle algo. Si yo fuera él, la pregunta que me haría sería: por qué me insultan a mí. Y no a Mendy. Ni a Camavinga. Ni a Rüdiger. Ni a Alaba. Ni a Tchouaméni. Ni a Rodrygo. Ni a Mbappé. Por qué.
Claro que hay racismo. Claro que hay racismo en el fútbol. Lo mismo que a veces lo hay en la cola del Mercadona o en el patio del colegio.
Pero creo que Vinicius debería humildemente de bajar del pedestal, tomar aire, dedicarse a jugar al fútbol y escuchar.
Porque trabajo hay, vaya que lo hay, Vini. Y hay un montón de niños mirándote...
Me acuerdo de aquello que contaba la escritora y profesora brasileña Luanda Juliao. Un día dijo en clase: «Que levanten la mano los que hayan sufrido racismo». De repente, un alumno negro contestó: «Hace unos días, estaba en una farmacia esperando para comprar unos medicamentos. No había nadie que me atendiera. Solamente estaba yo. Pero nadie quería atenderme. Cuando le pregunté a la empleada '¿acaso no me ve? Estoy aquí, cansado de esperar, ¿no quiere atenderme?', ella respondió: '¡Basta! ¡Tu raza está acostumbrada a esperar!'». Otro estudiante intervino: «Eso no es racismo. Creo que sería racista si te hubiera comparado con un mono o te hubiera llamado gorila».
"EL RACISMO SEGÚN SAN VINICIUS". CONTESTO A UN ARTÍCULO ASQUEROSO Y CON FALSEDADES.
LOL, los subnormales del Marca retorciendo la realidad sobre Simi l el conciliador
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Incoherencia con el caso Vinicius
Al brasileño se le busca en cada partido y cuando se le encuentra... vienen los lamentos y las quejas sobre sus respuestaswww.marca.com
Tu hate a Vinicius es enfermizo.
Toda tu persona lo es.
Cuéntame más, puterito racistoide manipulado por la prensa![]()
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