Libros El mar en la literatura

"Moby Dick" lo leí cuando era un chavalín hace veintitantos años, y me encantó.

Como una parte de mi familia ha dependido económicamente del mar al 100% las hsitorias de Gran Sol, Terranova, Capetón o las Islas Svalbard las he oído de primera mano. Tengo recuerdos físicos de estos lugares sin haber estado en ellos, cosas que me regalaron mis familiares.

Sobre el mar, un libro que me gustó mucho fué "El viejo y el mar", todo un clásico y otro ambientado en la Cuba preCastro basado en las experiencias de gallegos que fueron allí trabajar como pescadores. Me lo prestó un amigo y no recuerdo el título.
 
No me quedo a gusto si no recomiendo por enésima vez la obra The Shipping News (Atando Cabos) de, para mi gusto, la mejor escritora norteamericana contemporánea, E. Annie Proulx.

En inglés, o en la excelente traducción al español de D. Mariano Antolín Rato, es una Obra Maestra que no debe faltar en ninguna biblioteca de amantes del mar que se precie.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, la novela se merece todos los premios que consiguió: el PEN, el Faulkner y el Pulitzer.

Pura poesía en formato prosa.

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YoHiceARoqueIII rebuznó:
No me quedo a gusto si no recomiendo por enésima vez la obra The Shipping News (Atando Cabos) de, para mi gusto, la mejor escritora norteamericana contemporánea, E. Annie Proulx.

En inglés, o en la excelente traducción al español de D. Mariano Antolín Rato, es una Obra Maestra que no debe faltar en ninguna biblioteca de amantes del mar que se precie.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, la novela se merece todos los premios que consiguió: el PEN, el Faulkner y el Pulitzer.

Pura poesía en formato prosa.

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Otra que me apunto.

Dos recomendaciones más. La primera en gallego:

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Una recopilación de relatos marinos de los mejores novelistas anglosajones del XIX.

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Si alguno de vosotros ha visitado Noruega, habrá podido comprobar que el respeto hacia el autor del libro supera incluso al que se le tributa a Amudsen. Narra una expedición polar que parece concebida por un demente: la construcción de un barco, el FRAM, con un casco capaz de soportar las presiones al quedar aprisionado en el hielo; ese era el objetivo: dejar que el hielo ártico lo atrapase para comprobar la teoría sobre la deriva de las corrientes. En un momento dado, Nansen y otro compañero abandonaron el barco y siguieron a pie hacia el norte, alcanzando una latitud record entonces y pasando dos inviernos en la banquisa alimentándose con la carne de las morsas y osos que cazaban, hasta que se encontraron con una expedición británica. En ese barco, años después, Amudsen llegaría a la Antártida para conquistar el Polo Sur.

En mi opinión, el libro sólo tiene un punto débil: la complacencia con la que el autor relata las crueldades a las que someten a la fauna ártica que cazan para comer.
 
Las inquietudes de Shanti Andía-Pio Baroja

Esta novela la leí en mi adolescencia y aun perdura en mi recuerdo.


Las inquietudes de Shanti Andía, de 1911, es la novela de una de las fascinaciones de Baroja: el mar y los marinos. «El haber nacido junto al mar me gusta; me ha parecido siempre como un augurio de libertad y de cambio», dirá al comienzo de sus memorias.

Baroja, en varios pasajes de esta nov­ela, echa en falta el mar, de manera expresa y con una épica agónica, el mar de antaño, el mar de la aven­tura, el mar de los veleros y de los capitanes de altura, el de las carreras de ultramar, a cuyas postrimerías asistió de niño cuando vivía en San Sebastián y desde una casa familiar veía los aparejos de los veleros, los barcos atracados en el puerto y por el muelle paseaban gentes que habían vivido aquella vida. No será la única novela alentada por su entusiasmo por el mar y los marinos, porque a ésta la seguirán otras muchas más;pero yo sólo he leído,la que aquí recomiendo.

Si os decantáis por ella;espero que la disfrutéis.
 
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La historia de los primeros y arriesgados precursores del buceo, que caminaron por primera vez bajo las olas con rudimentarios y peligrosos aparatos, o se sometieron a arriesgadísimos experimentos en cámaras de descompresión usándose a si mismos de cobayas (o guinea pigs, como dice el libro). No faltan ejemplos de los primeros desmanes saqueadores de la arqueología o la vida marina que el autor, como buen inglés, atribuye siempre a naturales de otras naciones.


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Un Stevenson enfermo de tuberculosis, acompañado de su mujer e hijo, recorre los paraísos de las islas del sur, ya algo maleados por misioneros y comerciantes occidentales, pero en los que aun se pueden encontrar ex-caníbales, sátrapas y reyezuelos de toda laya con derecho de vida y muerte sobre sus súbditos. Inolvidable el cacique que divide a los europeos en tres categorías: 1-Roba razonablemente 2-Roba mucho 3-Roba demasiado.
 
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