El Hilo de la Literatura del Rapiñas

cuellopavo rebuznó:
Joder, te aburres sin Nueces y me estás persiguiendo o qué? :D No me seas tocahuevos, supongo que se sobreentiende que Mozart es el compositor, en todo caso al otro capullo no lo nombré porque ni recordaba como se llamaba. Y volviendo al tema, que siempre te quedas en la paja y no vas al grano... para mi esta clase de pruebas de fidelidad presuponen una notable falta de confianza en la persona amada, e indican que ese amor que tenemos no es del todo bueno. Esas ideas son fruto de la parte enfermiza, de la parte oscura del amor: los celos, la inseguridad, el ansia de dominación y de control

Dice una frase de una canción: LA VERDAD NO ES NECESARIA CUANDO SE TRATA DE VIVIR...

Si escribieses con propiedad no tendría que señalar detalles tan clamorosos. Más si cabe cuando se trata del Hilo de la Literatura. Sí, con mayúsculas. Y no mentes a la bicha, que es como Beetlejuice...

Iría al grano si no estuviese más que trillado, descascarillado y procesado, aunque a algunos de escaso intelecto se les indigeste continuamente como si de una vulgar celiaquía mental se tratase.
 
Menos mal que estas tu por aquí para corregirlo tío. Nos desasnamos leyéndote. Cada intervención tuya es un acto de extrema bondad intelectual. Tu no te rindas.
 
Veo que habeis tocado a Da Ponte-Mozart y la maravillosa filosofia del TODASPUTISMO que es el santo y seña (o deberia serlo) de aqueste subforo; a mi me gustaria llevar el otro extremo, el pagafantismo, pero no desde el prisma de que la mujer sea un ser vil necesariamente, sino desde los rigores de una sociedad distinta a la nuestra.



LAS CUITAS DEL JOVEN WERTHER




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O penas, que tambien se encuentra por ahi sin tanto anacronismo. Para el que no lo conozca, basicamente es un libro donde un forero de antaño se enamora de una mujer que estaba comprometida. El desarrollo de la historia es bastante triste y la vision que se da de la mujer no es necesariamente maligna ya que uno de los elementos que suscitan el amor Werther era su bondad infinita. Paradojicamente tampoco se presenta a un prometido hijo de puta, maltratador o cabron, Albert era una persona con quien Werther tenia una cierta amistad.

A medida que avanza la historia ambos comienzan a conocerse mas, terminan por atraerse y despues de un beso deciden que no deben volver a verse mas, pues Lotte-Carlota resuelve en que le debe fidelidad a su marido y Werther concluye en que no puede hacerle mal (o cargarselo dicho de otro modo) para conseguir que pudieran volver a estar juntos. Asi las cosas, Werther le pide un juego de pistolas a Albert y se pega un tiro (al estilo Froilan porque no muere de repente) y fin de la historia. Murio por amor y tal y tal.

Ese libro supuso el encumbramiento de Goethe como escritor de trascendencia mundial, pero mas que eso, fue un autentico icono de los principios del Sturm und Drang Romantico que basicamente sientan los cimientos sobre lo que una PUTA de hoy en dia entiende por romanticismo u hombre romantico. En esencia, una persona que por tu amor es capaz de cualquier cosa, incluso de pegarse un tiro si no lo consigue.

El legado de esa vision no deberia ser necesariamente malo, pero claro, Goethe como todos los romanticos era demasiado idealista con el amor y parecia construirlo en base a mitos del buen salvaje o del "buen romantico" o "buena romantica" como digo yo. Personas de elevados valores morales que hacian lo justo y ademas se lo creian. El problema vino cuando ese ideal se acabo corrompiendo con el inherente egoismo de la raza humana desembocando en PUTAS que quieren a un Werther pero al que ademas machacan.

Como dato curioso decir que ese libro provoco el suicio de al menos 20.000 jovenes a lo largo de toda Europa, que sintiendo el vacio dejalo de por el racionalismo de la Ilustracion ,acabaron por abrazar el romanticismo con todas sus consecuencias. Un libro que a dia de hoy veriamos como algo completamente fantasioso en esta sociedad, por mucho que a algunas les gustaria que no lo fuera.



CITAS



  • “¡Qué necios aquellos que no ven que en realidad no es importante la posición en sí, y que los que están ubicados en el primer puesto casi nunca juegan realmente el primer papel! ¡Cuántos reyes son gobernados por sus ministros y cuántos ministros por sus secretarios! ¿Y quién es entonces el primero? Aquél, creo yo, que supera a los otros y además dispone de tanta fuerza y viveza como para aprovecharse del ímpetu y las pasiones ajenas en la consecución de sus propios fines”.

  • "El hombre que por voluntad de otros, sin seguir sus inclinaciones o su propia necesidad, se consume trabajando por el dinero o por los honores, será siempre un loco."

  • "Mucho podría decirse en pro de las reglas, casi tanto puede decirse en alabanza de la sociedad burguesa. Quien se forma con arreglos a ella nunca producirá algo malo o de mal gusto, lo mismo que el que se deja guiar por las leyes y los buenos modales nunca podrá ser un vecino inaguantable ni un singular malvado, pero, dígase lo que se diga, ¡También las reglas destruyen el verdadero sentimiento de la naturaleza y la auténtica expresión!"

  • "Los sufrimientos de los hombres serían más leves si éstos -¡sabe Dios por qué los hizo así!- no se dedicasen con tal encono de la imaginación a evocar los recuerdos de los males pasados antes que a afrontar un ahora indiferente."

  • "Los malentendidos y la pereza acarrean más desaciertos en el mundo que la perfidia y la maldad juntas. Al menos estas dos son incuestionablemente más escasas."

  • "Mi corazón, este corazón, única cosa que me enorgullece, única fuente de fuerza, de felicidad y de infortunio. ¡Ah! Lo que yo sé cualquiera lo puede saber; pero mi corazón sólo lo tengo yo."

  • "Si pudiera un momento, uno solo estrecharla contra mi corazón, todo este vacío se llenaría."

  • "A nadie en este mundo le es fácil entender a los demás."

  • "Ella se detuvo, se apoyó de codos y su mirada penetró el paisaje: miró al cielo y me miró a mí, y vi sus ojos llenos de lágrimas: puso su mano en la mía y dijo "¡Klopstock!". Recordé en seguida su grandiosa oda, en que ella pensaba, y me sumergí en el torrente de impresiones que derramaba sobre mí en aquel momento."

  • "¿Qué otro destino le cabe al hombre sino el de llenar todo el camino con sus dolores, y apurar su cáliz hasta las heces?"

  • "¡Vayan al diablo los razonadores!"

  • " Cuando el hombre no se encuentra a sí mismo no halla nada."

  • " Las flores de la vida no son sino vanas vivencias. ¡Cuántas se marchitan sin dejar el más mínimo rastro! ¡Cuán pocas fructifican y qué pocas de estas frutas llegan a madurar! Y sin embargo,[...] ¿podemos no hacer caso de los frutos maduros, despreciarlos y dejarlos pudrir sin disfrutarlos?"

  • " ¿Un ángel! ¿Bah! Es lo que dicen todos de la suya, ¿no es cierto? Y, sin embargo, no puedo decirte hasta qué punto es perfecta, ni por qué es perfecta... Basta. Ha cautivado todos mis sentidos.

  • " Todo lo que diga sobre ella, no es más que vana palabrería, abstracciones molestas que no expresan uno solo de los rasgos de su carácter.

  • " Vivo días tan felices como los que Dios reserva a sus santos, y de mí puede ser lo que quiera, no podré decir que no he gozado los placeres, los más puros placeres de la vida.

  • " He meditado mucho acerca del ansia que tiene el ser humano de explayarse, de hacer nuevos descubrimientos, de andar vagando de aquí para allá, para luego, sobreponiéndose a ese impulso interno, de nuevo consagrarse voluntariamente a la limitación, volviendo al curso de la costumbre, sin preocuparse por lo que ocurre a derecha e izquierda.

  • La raza humana es harto uniforme. La inmensa mayoría emplea casi todo su tiempo en trabajar para vivir, y la poca libertad que les queda les asusta tanto que hacen cuanto pueden por perderla. ¡Oh, destino del hombre!

  • La poca libertad que nos queda nos asusta tanto que hacemos cuanto podemos para perderla.

  • Hay una sonata que ella ejecuta en el clavicémbalo con la expresión de un ángel: ¡tiene tal sencillez y tal encanto! Es su música favorita y le basta tocar su primera nota para alejar mi zozobra cuidados y aflicciones. No me parece inverosímil nada de lo que se cuenta sobre la antigua magia de la música ¡Cómo me esclaviza este canto sencillo! ¡Y cómo sabe ella ejecutarlo en aquellos instantes en que yo sepultaría contento una bala en mi cabeza...!

  • Vemos gente feliz que no nos debe su felicidad, y esto nos es insoportable.

  • Siempre se ha dado el nombre de beodo o insensato a todos los hombres extraordinarios que han hecho algo grande, que parecía imposible.

  • Cuando el hombre no se encuentra a si mismo no encuentra nada.

  • Si fuera algo más superficial sería el hombre más feliz de la tierra.

  • Cada vez que veo cómo son los demás, estoy mucho más contento de ser como soy.

  • Cada día me convexo más de lo estúpido que es querer juzgar a los demás.

  • Dejaría de buen grado seguir a todos su camino si ellos me dejaran andar a mí por el mío.

  • En el fondo lo único que quiero es aproximarme más a Carlota.

  • Que diferente me parece todo cuando camino por los lugares que atravesamos aquel día.

  • Sí; yo no soy otra cosa que un viajero, un peregrino en el mundo. ¿Y tú? ¿Eres algo más?

  • Sólo Dios sabe cuántas veces me he dormido con el deseo y la esperanza de no despertar jamás.

  • Quererla es pecado…. ¿Pecado?

  • Al dirigir mis ruegos a Dios, no puedo decir: “¡Conservádmela!” Y, sin embargo, hay momentos en que creo que me pertenece. Tampoco puedo decir: “¡Dádmela!”, porque pertenece a otro. Así es como me agito sin cesar sobre mi lecho de dolores.

  • "¡Siento tantas cosas… y mi pasión por ella devora todo! ¡Tantas cosas! Y sin ella, todo se reduce a nada." (27 de octubre, por la tarde.)

  • En una nota ruego a tu padre que proteja mi cadáver. En el cementerio hay dos tilos, en el rincón del fondo, hacia el campo, allí me gustaría descansar. Él puede hacerlo y lo hará por su amigo. Pídeselo tú también. No quiero forzar a cristianos piadosos a que su cuerpo repose junto al de un pobre desgraciado. ¡Ah!, yo quisiera que me enterraseis al borde del camino o en un valle solitario para que sacerdotes y levitas al pasar de largo junto a la piedra en la que está grabado mi nombre se santigüen y el samaritano derrame una lágrima.


Me quedo con esta

¿Un ángel! ¿Bah! Es lo que dicen todos de la suya, ¿no es cierto? Y, sin embargo, no puedo decirte hasta qué punto es perfecta, ni por qué es perfecta... Basta. Ha cautivado todos mis sentidos.



OPERA



Para todos los que disfrutaran de la novela, o simplemente les vaya lo visual, hay que decir que es de obligado visionado la Opera homonima de Jules Massenet. Una adaptacion un poco "sui generis", pero esencialmente muy, muy cercana al libro.

Desde el punto de vista operistico es posiblemente la Opera que exige mayor virtuosismo y tecnica al tenor lirico-ligero (al igual que el Tristan para el heldentenor) y ademas permite ver a Alfredo Kraus en su mejor papel que es casi tanto como decir ver el Everest de la Opera.

Aqui la teneis completa...... de nada.

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Y aqui un pequeño extracto para entender lo que era el espiritu romantico de la epoca. El aria "Pourquoi me Revellier" en donde Werther, sabiendo que no podra conseguir nunca el amor de Charlotte, le recita unos versos de Ossian con los que le transmite su desesperacion.


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MORALEJA: amad a las mujeres y si no os corresponden haceos una paja y luego pegaos un tiro.
 
Cita de "El amor las mujeres y la muerte" de Arthur Schopenhauer, que creo que será del agrado de muchos foreros. Además en el texto incluye otras citas sobre mujeres.

Preciso ha sido que el entendimiento del hombre se obscureciese por el amor para llamar bello a ese sexo de corta estatura, estrechos hombros, anchas caderas y piernas cortas. Toda su belleza reside en el instinto del amor que nos empuja a ellas. En vez de llamarle bello, hubiera sido más justo llamarle inestético.

Las mujeres no tienen el sentimiento ni la inteligencia de la música, así como tampoco de la poesía y las artes plásticas En ellas todo es pura imitación, puro pretexto, pura afectación explotada por su deseo de agradar. Son incapaces de tomar parte con desinterés en nada, sea lo que fuere, y he aquí la razón. El hombre se esfuerza en todo por dominar directamente, ya por la inteligencia, ya por la fuerza; la mujer, por el contrario, siempre y en todas partes está reducida a una dominación en absoluto indirecta; es decir, sobre él ejerce una influencia inmediata. Por consiguiente, la naturaleza lleva a las mujeres a buscar en todas las cosas un medio de conquistar al hombre, y el interés que parecen tomarse por las cosas exteriores siempre es un fingimiento, un rodeo, es decir, pura coquetería y pura monada. Rousseau lo ha dicho: "Las mujeres, en general, no aman ningún arte, no son inteligentes en ninguno, y no tienen ningún genio. Basta observar, por ejemplo, lo que ocupa y atrae su atención en un concierto, en la ópera o en la comedia; advertir el descaro con que continúan su cháchara en los lugares más hermosos de las más grandes obras maestras. Si es cierto que los griegos no admitían a las mujeres en los espectáculos, tuvieron mucha razón; a lo menos, en sus teatros se podría oír alguna cesa".

En nuestro tiempo, al mulie taceat in ecclesia convendría añadir un taceat mullier in theatro, o bien sustituir un precepto por otro, y colgar éste, en grandes caracteres, sobre el telón del escenario.

Pero, ¿qué puede esperarse de las mujeres, si se reflexiona que en el mundo entero no ha podido producir este sexo un solo ingenio verdaderamente grande, ni una sola completa y original en las bellas artes, ni un solo trabajo de valor duradero, sea en lo que fuere? Esto es muy notable en la pintura. Son tan aptas como nosotros para aprender la parte técnica y cultivan con asiduidad esta arte, sin poder gloriarse de una sola obra maestra, precisamente porque les falta aquella objetividad del espíritu que es necesaria, sobre todo para la pintura. No pueden salir de si mismas. Por eso las mujeres vulgares ni siquiera son capaces de sentir sus bellezas, porque natura non facit sutus. En su célebre obra Examen de ingenios para las ciencias -que tiene más de trescientos años de fecha- rehúsa Huarte a las mujeres toda capacidad superior.

Excepciones aisladas y parciales no cambian las cosas en nada: tomadas en conjunto, las mujeres son y serán las nulidades más cabales e incurables.

Gracias a nuestra organización social absurda en el mayor grado, que las hace participar del título y la situación del hombre, por elevados que sean, excitan con encarnizamiento las menos nobles ambiciones de éste; y por una consecuencia natural de este absurdo, su dominio y el tono que imponen ellas corrompen la sociedad moderna.

Debiera tomarse como norma esta sentencia de Napoleón 1º "Las mujeres no tienen categoría".

Chamfort dice también con mucha exactitud: "Están hechas para comerciar con nuestras debilidades y con nuestra locura, pero no con nuestra razón. Existen entre ellas y los hombres simpatías de epidermis y muy pocas simpatías de espíritu, de alma y de carácter".

Las mujeres son el sexus sequior, el sexo segundo desde todos los puntos de vista, hecho para estar a un lado y en segundo termino. Cierto que se deben tener consideraciones a su debilidad; pero es ridículo rendirles pleito-homenaje, y eso mismo nos degrada a sus ojos. La naturaleza, al separar la especie humana en dos categorías, no ha hecho iguales las partes.

Esto es lo que han pensado en todo tiempo los antiguos y los pueblos de Oriente, que se daban mejor cuenta del papel que conviene a las mujeres que nosotros con nuestra galantería a la antigua moda francesa y nuestra estúpida veneración, que es el despliegue más completo de la necedad germanocristiana. Esto no ha servido más que para hacerlas tan arrogantes y tan impertinentes. A veces me hacen pensar en los monos sagrados de Benarés, los cuales tienen tal conciencia de su dignidad sacrosanta y de su inviolabilidad, que todo se lo creen permitido.

La mujer en Occidente, lo que se llama la señora, se encuentra en una posición enteramente falsa. Porque la mujer, el sexus sequior de los antiguos, no está en manera ninguna formada para inspirar veneración y recibir homenajes, ni para llevar la cabeza más alta que el hombre, ni para tener iguales derechos que éste.

Las consecuencias de esta falsa posición son harto evidentes. Sería de desear que en Europa se volviese a su puesto natural a ese número dos de la especie, humana y que se suprimiera la señora, objeto de mofa para el Asia entera, y de la cual también se hubieran burlado Roma y Grecia.

Desde el punto de vista político y social, esta reforma sería un verdadero beneficio. El principio de la ley sálica es tan evidente, tan indiscutible, que parece inútil formularlo. Lo que se llama propiamente la dama europea es una especie de ser que no debiera existir. No debería haber en el mundo más que mujeres de interior, aplicadas a los quehaceres domésticos, y jóvenes solteras aspirantes a ser lo que aquéllas, que se formasen, no en la arrogancia, sino en el trabajo y en la sumisión.
 
Por no cambiar de autor. Más de uno se irá al puticlub de guardia al leer esto

“(…) No sirve de nada buscar las causas del fenómeno, suponiendo que tal expresión tenga algún sentido. Desde luego, algo pasa para que los occidentales ya no consigan acostarse juntos; quizás tenga algo que ver con el narcisismo, con el individualismo, con el culto al rendimiento, poco importa. El caso es que a partir de los veinticinco o treinta años a la gente no le resultan nada fáciles los encuentros sexuales nuevos; y si embargo siguen necesitándolos, es una necesidad que se desvanece muy despacio. Así que se pasan treinta años de su vida, casi toda su edad adulta, en un estado de carencia permanente. Cuando uno está empapado de alcohol, justo antes de empezar a embrutecerse, a veces tiene instantes de aguda lucidez. El deterioro de la sexualidad en Occidente era sin duda, un fenómeno sociológico y masivo, y resultaba inútil intentar explicarlo mediante tal o cual factor psicológico individual; pero al mirar a Jean-Yves me di cuenta de que él ilustraba mi tesis a la perfección, tanto que casi me sentí incómodo. No solamente ya no follaba ni tenía tiempo de intentarlo, sino que en realidad y ni siquiera tenía ganas, y aún peor, sentía inscribirse en su cuerpo esta pérdida de vida, empezaba a percibir el olor de la muerte.”

Michel Houellebecq en “Plataforma

Dios, a veces me hace sentir mísero, Houellebecq tiene ese don...
Te hunde en la miseria, pero es que tiene toda la razón del mundo.
 
Gracias a cuellopavo que nos ha enseñado este poema de Fonollosa

Cuantas veces

Para hablar no te quiero. Tengo amigos
para tratar de cosas que me inquietan
y ahondar en las ideas que me importan.

Y no nos condiciona nunca el sexo.
Nos lo pasamos bien. Y «Adiós». Y «Hasta otra».
Contigo es diferente. Lo que cuentas
no me interesa nada en absoluto.

Y he de escuchar, no obstante, atentamente
y ocultar mi fastidio a tus palabras.
Porque sino te niegas a mi amor.

Y cuando a mí se ciñe tu figura
grácil y delicada voy perdido.

Pues al sentir tu cuerpo a mí abrazado
nada tiene interés que tú no seas.
Y yo ya no soy mío, sino tuyo.

Y así debo evitar en nuestra charla
lo trascendente; reír tus tontas gracias,
acusarme de estar equivocado...
Entonces sí que accedes a mi amor.

De no mediar el sexo y ser tan bella
te hallara aborrecible y despreciable.
O serías perfecta si no hablaras.
 
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