El post sobre personajes con los que hayáis trabajado

El otro día me dijeron que revisara unos objetivos de 2015, que le dije al americano que me manda "pero que quieres que revise si acabo de llegar aquí con el turrón" y me suelta, "tu nada, tocas aquí y allá, y mientras estos saquen tantos puntos y estos otros tantos puntos, ya vale, es para no jalarme yo el marrón de revisar todos los informes".

Luego me prometio llevarme de viaje a Brasil a llevar no se que negociaciones y le dije "macho como si quieres que te rellene y te lleve a sellar la quiniela hípica, a mandar".

A finales de mes vamos.

Las inescrutables formas de presentar los KPIs. En mi compañía, estos KPIs pesan para el variable que en mayor o menor medida te llevas a principio de año, según el puesto que desempeñes, y los KPIs que te aplican.

Ahora mismo tengo a un director que es la rectitud en persona, y no falsea o adorna ni la centésima.

En cambio otros directores de la misma compañía, se miran los huevos, dicen 33 y p'alante. Lo mejor de todo es que al mío el gerente le regatea todo, y a los otros ni mú, como si ponen LoL, que seguro que han cumplido el KPI
 
Aurelio C.J

Bueno, después de la empresa plásticos de LoL. Me metí en el mundo de la consultoría, como consultor de ISO 9000:2000. Entré en una consultora relativamente pequeña a intentar labrarme un futuro mejor que gastar tiempo y energías en una fábrica de infraseres de LoL que extrusionaban polietileno. Al principio entré como comemocos, como el chavalín que no tiene ni puta idea, en fin los clichés del negao de siempre.

El negao de siempre era un tal Aurelio. Un tipo gordo, con una panza descomunal, que comía y bebía como sin freno, charlatán y pretencioso hasta límites inimaginables. Este iba a ser mi maestro jedi. Un gordo que creía que la ISO le tenía que dar gracias por existir.

En fin, dos meses, yo de comparsilla con él, y viendo su modus operandi en las empresas que nos habían contratado como consultores externos para ayudarles o bien a implantar la ISO, o bien a mantener el sistema, aquello apestaba. El hijo de puta era un charlatán, no se preocupaba por nada, en la mayoría de los registros cuando rascabas estaban desactualizados, las calibraciones con los periodos de calibración confundidos, cuando le preguntaban con alguna carga de profundidad, soltaba una diatriba que no tenía nada que ver con lo que le habían preguntado, en fin, un pufo enorme. Pues bien, sus excesos le pasaron factura y casi cae muñeco de un trallazo a la patata.

Obviamente, la baja iba a ser prolongada y no tenía fecha. Y yo tuve que asumir sus "proyectos"

La primera una empresa de packaging en Pinto, que tenía como 8 instalaciones más de producción a lo largo de la geografía española, y dos in-house, una modalidad que personal de la empresa trabaja en casa del cliente, aportando la gestión del packaging, su preparación para el envasado y el know-how para ser lo más eficientes posible.

Pues nada, voy allí, porque en tres meses pasaban la auditoria con Aenor, y aquello era una cochambrera. El jefe de calidad era un técnico, muy bueno, con un conocimiento muy profundo de los ensayos y los procedimientos para llevarlos a cabo, pero a nivel de gestión, nada. El Aurelio llevaba 3 años campando por allí. En la primera auditoría que les hice, poco más el resultado daba como podían estar certificados. Y esto llegó al gerente de la empresa de Pinto

Un día me llama el dueño de la consultora que deje lo que esté haciendo, y me presente corriendo en las oficinas. Cuando llego el tío blanco, con cara de querer matarme y me lleva en volandas hasta su despacho y se pone a marcar un número, el del gerente de Pinto.

Se pone al aparato un tipo con un marcadísimo acento catalán. Y suelta:

- Estoy hasta los huevos de vosotros. Qué puta mierda es esta qué ahora estamos que no pasamos la auditoría. José ( el dueño de la consultora) como me quiten la ISO te pego una patada en los huevos que no te conoce ni tu madre. No me jodas....
- Pera (Pedro en catalán, el gerente) aquí esta el consultor, es nuevo, ya sabes que Aurelio está muy enfermo, te va a explicar él como vamos a solucionar este entuerto.

Es de esas veces que te sientes enormemente orgulloso de ti. Aplaque al catalán, tranquilice a mi jefe, y conseguí que ambos me dieran carta blanca para hacer y deshacer, siempre con la vista en auditoría, donde se jugaba mi futuro. Durante esos meses trabajaba hasta los domingos, en la oficina que estaba en Bravo Murillo. Viajé como nunca hasta la fecha, conduciendo un Corsita de alquiler para ir a las otras plantas, cada una en una punta de España, incluso me invitaron a una planta suya en Alemania

Obviamente con seriedad, criterio y ganas de trabajar, la auditoría se pasó sin el menor problema, sin ninguna No conformidad, además que yo era de batirme el cobre con los auditores, peleando si iban a poner una No conformidad, por una interpretación excesiva o subjetiva de la norma, como los endiosados de Aenor suelen hacer.

En esto que llegaba la renovación del contrato con esta empresa y quedamos a comer con el Pera, que por cierto no conocía porque siempre estaba de viaje.

Llegamos, nos sentamos. El tipo era alto, trajeado, se le veía cierta aristocracia en el porte, nos saludamos y rompiendo el hielo mi jefe

-Pera, ya sabes llega la hora de renovar, ha salido todo muy bien.....(le cortó el Pera)
- Cabronazo!! Qué suerte has tenido!! Ya me han dicho lo que ha hecho este fiera (señalándome a mí). No te preocupes por la renovación, mientras este chico sea el que venga. Al gordo, cómo se llamaba (Aurelio soltó mi jefe), si el Aurelio ese, lo mandas a tomar por culo, no quiero verlo ni saludar en la puerta. Sólo sabe comer y hablar, hablar y comer.

Así comimos, el catalán nos contó sus andanzas. Por cierto, me tiró más de tres veces que me fuera con él como responsable de calidad del grupo en España. Mala elección por parte mía que opté por quedarme en la consultora, que al final cerró.

Cuando llegó, el Aurelio, casi un año de baja, con tropecientos kilos menos, que parecía que se había enfrentado a Célula, este quiso tomar sus dominios, el tío diciéndome si le había hecho la cama, yo le dije que no me tocara los cojones, que las quejas al maestro armero, el dueño

No sé lo que le dijo el otro, pero bajó como si hubiera visto a la santa compaña, sin decir ni mu, y con la mirada en el suelo.

Se dio de baja indefinida 6 meses más tarde, por depresión.
Este hilo va sobre compañeros de trabajo, no sobre lamerse el escroto a uno mismo con esmero.


Por cierto, Pedro en catalan es Pere, no Pera.

Empanao.
 
Este hilo va sobre compañeros de trabajo, no sobre lamerse el escroto a uno mismo con esmero.


Por cierto, Pedro en catalan es Pere, no Pera.

Empanao.

Off topic, menuda noticia en este sacrosanto lugar. Qué blasfemia!!

Eres un sabandeño de mierda haciéndose ver para que le soben el lomo.

Deja el palo a los pies del administrador, que te dará una chuche.
 
Di que si, Pera.


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Última edición:
En Pera de la cullera se´n va anar a caçar bolets, i al mig de la carretera li van caure els calçotets!!!!!

I la va violar sens més...


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Las inescrutables formas de presentar los KPIs. En mi compañía, estos KPIs pesan para el variable que en mayor o menor medida te llevas a principio de año, según el puesto que desempeñes, y los KPIs que te aplican.

Ahora mismo tengo a un director que es la rectitud en persona, y no falsea o adorna ni la centésima.

En cambio otros directores de la misma compañía, se miran los huevos, dicen 33 y p'alante. Lo mejor de todo es que al mío el gerente le regatea todo, y a los otros ni mú, como si ponen LoL, que seguro que han cumplido el KPI

porque saben que tu director es un pipon.
 
Mi primer jefe en Holanda: iraní con potencial ascendencia granadina. Me contrató sin haberme visto en su puta vida por una entrevista con su más mejor amigo del que lo volví a oír hablar nada en nueve meses allí.

Llegué a casi las ocho de la tarde por el vuelo, por lo que le pillé con varios tequilas digestivos. En Holanda los precios de las clínicas están fijos por el gobierno, así que te cobran lo mismo en la de un catedrático que en la clínica Manoli. Sus pacientes/clientes eran básicamente putas y moros, así que, en una finta, no cobraba los gastos de laboratorio en prótesis. No los cobraba porque mandaba un paquete a la semana a China y le salían las prótesis en el dealxtreme de los dentistas diez veces menos que en el prótesico más mierda de la cuidad (que también era él, que en el jardín de atrás tenía su laboratorio hasta arriba de colillas y tazas de té).

Lo de las prótesis le fue bien salvo cuando en un programa de televisión montaron un teatrillo denuncia de cómo había intentado cobrar unas extracciones a un tío que no fue a la cita (y tenía, así, toda la piñata). Luego les denunció por 6 millones de euros y los otros aceptaron quitarlo de internet y creo que ahí quedó.

En la clínica tenía un gato que campaba por la calle y los gabinetes porque "era mejor que tener ratas". Luego metió también un perro que a veces se dormía en las sillas, pero no se preocupó de justificarlo nunca. Lo del perro no estaba mal del todo porque aterraba a las moras.

Como dentista era bastante mierda, pero con sus fabulosas historias y su odio visceral a los judios se ganaba al paciente, desde el viejo de Surinam con el que tras comprobar que no había en la sala de espera (judios) y cerrar la puerta porque aún así no te puedes fiar coincidía en que Hitler tenía toda la puta razón y que "qué pena que no hubiese completado su misión"; hasta el que había estado en el ejército de Mali ametrallando civilices y que entre ellos se entendían porque eran "hombres de honor".

Cuando estábamos solos ya se ponía más personal y me contaba cómo había sido millonario dos veces, se había arruinado otras dos, se había casado y divorciado con una modelo rusa hija de altos cargos de la Unión Soviética que se quedó con su hijo (que era "una puta que está criando a mi hijo como un maricón"), en la guerra creo que con Irak trabajaba sacando balas en los pasillos de los hospitales de los que se disparaban a sí mismos para librarse de ir al frente (con diez años), la vez que recién llegado a Amsterdam se cruzó el Amstel a nado porque le dijeron que eso no se podía hacer, conocía personalmente y que era amigo de cualquier cirujano o dentista conocido que nombres porque a veces los tenía en Facebook o le había dado a me gusta a la página de fans. Yo a todo esto le daba una medida estándar de credibilidad de ocho Curros.
 
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