Nueces rebuznó:
En la pelea por Slk, yo le señalé el camino para dejar de ser el subnormal que es. Un escalofrío recorrió la espalda de ILG, consciente de que el foro necesita de héroes y villanos. Hay que reconocer que Slk es uno de los mejores subnormales del foro. La única solución que tenía era darle por ganador, no para crear un monstruo, sino para condenarle a seguir siendo el subnormal del foro. De ahí mi corto ban, relacionado con el vínculo que hay entre ILG y yo.
ILG había perdido el rumbo, no sabía cuál era su misión en este mundo, por qué estaba aquí. Eso le llevo a retirarse del foro, perdida la esperanza, dedicandose a cuestionarse a sí mismo. Hasta que me encontró. Primero critiqué su forma de moderar a las foreras; él respondió asustando a mi primer amor foril. Luego respondí encontrando a mi segundo y actual amor foril y su respuesta ha sido esta cúpula (además de haberme asaltado el usuario). Ahora que sabe quién soy yo, sabe quién es él. Todo tiene sentido. ¿Sabes por qué? Por los niños. De pequeño le llamaban Don Cristal.
Conclusión: eres un hijo de puta.
No, subnormal. No entiendes nada. Mira, te lo voy a explicar.
Eres un triste lamedor de pollas acertadas. Es algo que en un principio carece de mérito, porque es fácil hacerlo aunque son pocos los que están dispuestos. Tú lo estás, y en un principio a ILG le gusta cómo mueves la boca. Pero eso no es suficiente para él. Quiere saber si hay un forero dentro de Nueces, o si solo hay un mamapollas.
Entonces la casualidad hace que nos encontremos en el camino. ILG me da a escoger, y ve que no me importa mucho que el rival se llame Nueces, Slowbrain o la puta que os parió a todos, así que en realidad no está tan mal descubrir qué sabe hacer el tal Nueces.
Partes con una ventaja, y es que a ILG le gusta el batalleo quevediano, que es justamente el que yo detesto. Él es el juez, nadie más. Es a él al que tienes que gustar. Pero sin embargo ni siquiera sabes desarrollar ese tipo de batalla que seduce a ILG. No llegas. Las filigranas sutiles que pueden formarse con
la lengua de Cervantes que tan palote pone a un madrileño, odoradas por qué no con algún guiño foril de esos que tú desconoces, serían los ingredientes para satisfacer el paladar del demasiado mencionado en esta historia, ILG.
Pero hay algo que no terminaste de comprender. No te jugaste ser baneado un mes, o medio, o una semana. No. Te lo jugaste todo. Absolutamente todo. Porque aunque seas imbécil y no lo sepas ver, todo el mundo ve ya no puedes mencionarme en este foro. Me bastarían un par de palabras apenas, que recordaran tu derrota, para desautorizarte y hacerte caer todavia más abajo. Cada vez que me mentes, perderás sangre en tu vida foril. Cada vez que me ignores, te quedarás tal y como estás.
Ahora, subnormal, lee lo que ocurrió.
Desde el minuto uno en un primer combate estuve regalándome contigo utilizando todo tipo de golpes y estrategias. Golpes típicos Slkianos, otros sotisficados, otros directos y geniales por sencillos.... oriné sin pausa pero sin prisa sobre tu rostro.
Te dí de ganchos, de patadas voladoras, hasta te metí algún kame, llegando al punto de enviar a tu madre y a tu padre a que, desde una limusina conducida por Paco LOLbaton, te ametrallaran desde el asiento trasero mientras yo estaba fumándome un Montecristo, sentado en mi sillón, y diciéndoles teléfono "Me gusta que sigáis peinados, buen trabajo" con voz de Ramón Langa, mientras sostengo mi cetro, ese en cuyo pomo bañado en oro rezan las siglas "SLK".
APRENDE, PAPANATAS.