Coño, señor Kalkulon, vive ustec en los Remierdos nada menos. De todo lo que ha dicho, lo más reseñable son las teens de uniforme de colegio pijo, se ven especímenes que le hacen plantearse a uno marcarse un Josef Fritzl, todo lo demás vomitivo tal como ha dicho. En la calle Asunción tengo a una conocida que me chupa el carajo de vez en cuando; divorciada, facha como ella sola (lo cual me la pone como el adamantium para maltratarla en la cama) y con uno de esos pisazos grandes y rancios lleno de obras de arte de corte religioso.
Yo, como ya sabe la forisma, vivo en el Parque Amatis (desde que el señor Mundele hizo el pergamino dedicado a mi, le llamo muy a menudo de esa forma), por la zona pegada a Los Pajaritos exactamente. Pura élite social: Canis autóctonos, panchitos, morupios, niggas y gente en general que tiene que buscar en el diccionario el significado de las palabras educación y civismo, y aún asín no entenderían el concepto. Si vives en un bajo es una putada, porque en verano entran cucas a tope en el keli. Hay peña que pone pan tostado en la puesta del bloque para que las ratas no entren; llegan, pillan el pan, y se piran sin intentar entrar en las casas.
En ver-ano, eso sí, hay una vida en la calle de flipar. Como mucha peña no tiene orocs para ponerse aire acondicionao, sacan las sillas afuera y se montan allí unas tertulias super intelectuales a grito pelao, fumando porros y bebiendo litros descaradamente. Todos se conocen, todos se saludan, y si a alguno le da por tocar la guitarra por ejemplo, nadie protesta, o se calla el boquino o se une al Gran Jolgorio. Bares de tapas caseras cojonudas y baratas, cocinadas por viejas pellejas que lo único que han conocido en la vida es la cocina de un baretucho (arbondigas, canne en sarsa, etc. Todas cojonudas como digo). Todo es muy cutre, a veces insalubre, y no invita a entrar por la noche, pero aquí me siento en mi casa. Nadie me juzga y yo no juzgo a nadie, cada uno por su camino y todos contentos. La verdac, no lo cambiaría por la mejor de las urbanizaciones de pijos ni de tripi.
Salvando las distancias, es algo parecido a esto, por lo menos en lo que respecta al modus operandi de los habitantes. La letra de la chanson lo clava, es exactamente eso: