Apreciado conforero, es complicado enamorar a las putas, convertir su patata en el mercado cautivo de tu cimbel, porque solamente ven el sexo y el amor desde una perspectiva mercantilista (vamos, como todas las jamelgas, nada nuevo), pero tampoco es imposible. Hay que tener un plan, quizás tentarla con algún billete gordo como señuelo y cuando logres convencerla aplicarle una terapia de choque, tipo "Naranja mcánica" o algo así, o incluso tentarla para que abrace la fe religiosa, el forero
@Trujamán puede ayudarte en ese terreno, y convertirla en una esposa ideal, abnegada y consagrada a tu bienestar y el de tu entrepierno.
Yo he ido poco de putas, hace unos años iba al Vive Madrid cuando iba por la capital, donde recuerdo a una rumana que estaba buenísima y me follé varias veces, jovencita, rubia, de tetas redonditas y culazo respingón a la que hubiera convertido en mi particular container de lefa. Creo que debería haberla secuestrado en aquella época y haberme refugiado en la pardina familiar hasta que el cimbel se me cayera a cachos, pero no me atreví y tampoco tenía los medios. En una ocasión un jambo con el que trabajaba me pagó el casquete con la susodicha, eso después de venir totalmente borracho en el ave desde Granada.