Es cierto, La llave posiblemente sea su película más pretenciosa, o abiertamente pasoliniana. Quizás hay que verla después de Paprika para captar su particular sentido del humor.
Y no digo que lo de Medem sea voluntario, pero eso precisamente lo hace más cojonudo aún si cabe, no sé, ¿quién se puede tomar en serio sus últimas películas? Ya son de personaje de El jueves. Por eso mismo rompo una lanza en su favor, parece mentira el moralismo que se estila ahora en las críticas de cine, ni que uno estuviera leyendo Libertad Digital todo el rato. Un poco de humor y cachondeo, joder, que la crítica de Boyero parecía sacada de un ABC de los años 50.