LeChuck
Freak total
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Yo llevo muchos años de mochilerismo internacional pauper. He pasado muchas madrugadas mirando el techo en Barajas, porque al volver de vuelos baratos que llegaban en mala hora tenía que esperar toda la noche hasta la llegada del primer autobús rumbo a casa.
El caso es que siempre veía fauna extraña. Vagabundos, yonkis, inmigrantes ilegales, timadores de todo color y condición. Deambulaban por la T4 en las horas de menos tránsito de pasajeros. Algunos daban vueltas lentamente, en silencio, como zombis, empujando carritos con sus pertenencias, otros empezaban a llorar teatralmente cuando veían que te acercabas, para contarte la película de que les habían robado el pasaporte o el equipaje, y dame dinero pavoh. El McDonalds de madrugada parecía una patera.
Con los años iba viendo a más gente tirada de impúdicas maneras por ahí, como montañistas que levantan el campamento base en las faldas del Coffee Republic. En cada visita a Barajas, más gente. Tampoco le daba muchas vueltas. Pensaba "esto son peruanos esperando su vuelo de vuelta a la madre patria", y tal vez lo fuesen. Al fin y al cabo, yo mismo había pasado unas cuantas noches allá. Aunque nunca pasé de acomodarme en los asientos destinados a ello y descansar los pies sobre la maleta.
Desde hace unas semanas vengo escuchando hablar del problema en los medios. Porque ya son cientos los vagabundos de los que se tiene constancia.
Parecía que AENA estaba decidida a echarlos a todos, porque se está volviendo un problema gordo. Primero por la imagen que dan, y luego por los problemas que causan. Peleas, robos, suciedad, drogas en los baños...
Peor ahora que escribo el hilo leo por ahí que AENA ha reculado. La chusma seguirá acampando en el aeropuerto.
Mi caradura favorito fue uno que me vino a mendigar al McDonalds cuando tenía una hamburguesa literalmente a un palmo de la boca. Me contó no sé qué historia de su hijo, que no me creí, y por quitármelo de delante le di la puta hamburguesa. Adiós 12 euros. Y va el tío y se casca una maniobra circular enorme para hacer como que se marcha, vuelve al mostrador, pide sobres de ketchup, y se vuelve a ir tan contento.
Y a vosotros que rincón os gusta para montar el campamento y compartir unas jeringas.
El caso es que siempre veía fauna extraña. Vagabundos, yonkis, inmigrantes ilegales, timadores de todo color y condición. Deambulaban por la T4 en las horas de menos tránsito de pasajeros. Algunos daban vueltas lentamente, en silencio, como zombis, empujando carritos con sus pertenencias, otros empezaban a llorar teatralmente cuando veían que te acercabas, para contarte la película de que les habían robado el pasaporte o el equipaje, y dame dinero pavoh. El McDonalds de madrugada parecía una patera.

Con los años iba viendo a más gente tirada de impúdicas maneras por ahí, como montañistas que levantan el campamento base en las faldas del Coffee Republic. En cada visita a Barajas, más gente. Tampoco le daba muchas vueltas. Pensaba "esto son peruanos esperando su vuelo de vuelta a la madre patria", y tal vez lo fuesen. Al fin y al cabo, yo mismo había pasado unas cuantas noches allá. Aunque nunca pasé de acomodarme en los asientos destinados a ello y descansar los pies sobre la maleta.

Desde hace unas semanas vengo escuchando hablar del problema en los medios. Porque ya son cientos los vagabundos de los que se tiene constancia.
Parecía que AENA estaba decidida a echarlos a todos, porque se está volviendo un problema gordo. Primero por la imagen que dan, y luego por los problemas que causan. Peleas, robos, suciedad, drogas en los baños...
Peor ahora que escribo el hilo leo por ahí que AENA ha reculado. La chusma seguirá acampando en el aeropuerto.



Mi caradura favorito fue uno que me vino a mendigar al McDonalds cuando tenía una hamburguesa literalmente a un palmo de la boca. Me contó no sé qué historia de su hijo, que no me creí, y por quitármelo de delante le di la puta hamburguesa. Adiós 12 euros. Y va el tío y se casca una maniobra circular enorme para hacer como que se marcha, vuelve al mostrador, pide sobres de ketchup, y se vuelve a ir tan contento.
Y a vosotros que rincón os gusta para montar el campamento y compartir unas jeringas.
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