pablis rebuznó:
ivansexcam rebuznó:
el pendón morado que representa a Castilla
Gracias por demostrarme que eres imbecil.
Busca Lerroux y pendón morado en el google y luego me cuentas.
LA VERDAD TU MANÍA CON INSULTAR SOLO DEMUESTRA EN LA SOLEDAD QUE TE ENVUELVES.
NI ESTOY A FAVOR NI EN CONTRA DE LA MONARQUÍA NI DE LA REPUBLICA.
Ya en 1869, tras el derrocamiento de Isabel II y en medio de las convulsiones políticas que condujeron a la proclamación de la I República, una comisión del Ayuntamiento popular de Madrid presentó una proposición a las Cortes Constituyentes para que adoptasen por bandera nacional la tricolor de faja morada, propuesta que fue rechazada, por lo que la roja y gualda siguió siendo la bandera representativa incluso durante el efímero periodo republicano.
Dicha proposición defendía el color morado como propio de Castilla por la presencia del mismo en numerosos emblemas y enseñas relacionados de una u otra forma con el antiguo reino, y sobre todo sostenía que de ese color había sido el pendón que los comuneros habían alzado en su rebelión contra Carlos V. En este sentido se hacía eco de una extendida visión de la revuelta comunera como una rebelión popular y democrática, que defendía las libertades castellanas frente al carácter centralizador y autoritario de la idea imperial de Carlos V. Por tanto, los comuneros habrían sido los precursores de todos los movimientos progresistas de España, desde los liberales de Riego a los federalistas. Sin embargo, y aparte de que los estudios más serios han desmontado esta imagen romántica, en ningún documento comunero de los conservados aparece alusión alguna al supuesto pendón morado, constando sin embargo que en la batalla de Villalar (1521) se distinguieron de sus enemigos mediante cruces rojas, mientras que los imperiales las usaron blancas. Luego, hasta donde sabemos, si hubo un color distintivo comunero fue el rojo de sus cruces.
Parece que el origen del malentendido se remonta al bienio constitucional abierto en 1821 con el pronunciamiento de Riego contra el absolutismo de Fernando VII, cuando surgieron las discordias en el seno de los liberales entre moderados y exaltados. Entre estos últimos fue muy activa una sociedad secreta -con una considerable presencia en Sevilla- conocida como Los Comuneros (probablemente por la razón antes apuntada), que usaban una bandera morada con un castillo. La radicalidad de sus posturas y lo llamativo de sus actitudes, con extravagantes pruebas de iniciación y ceremonias copiadas de la masonería, debió dar lugar a una identificación entre la causa revolucionaria y el color morado que ellos exhibían no sólo en sus banderas, sino también como distintivo personal, además de contribuir a la relación entre este color y el nombre de comuneros y, por extensión, de Castilla. Una prueba de lo primero es el hecho de que la bandera que en 1831 bordara en Granada Mariana Pineda para ser usada en un levantamiento liberal, y que le costó la ejecución, tuviera ese color.
De esta forma el morado comenzó a ser utilizado junto con los dos colores históricos en algunos ambientes republicanos, especialmente en los de tendencia federalista, ya que consideraban que el rojo y el amarillo, aparte de su identificación con la monarquía, sólo representaba a una parte de los pueblos integrantes de España, los vinculados con la antigua Corona de Aragón, por lo que el otro gran pueblo hispánico, el castellano, debía estar presente en la bandera mediante el color que, según la tradición, le era propio. Así, en tiempos próximos a la Revolución de 1868 la faja tricolor fue adoptada como distintivo de los concejales del Ayuntamiento madrileño, y de ahí la referida propuesta.