La mejor señal de que tienes que huir como de la peste es cuando una tipa te lleva a ver zonas de Madrid que no conoces y cuando te enteras ya es demasiado tarde, estás metido en Chueca y ves desfilar a multitud de manfloros de la mano por las calles.
Me pasó esto en el 2011 con una anormal con la que quedé en Madrid, ella era de Segovia y la conocí a través de una página de contactos en la que estaba registrado, una auténtica loca acomplejada, me acabó confesando que tomaba prozac. No contenta con llevarme a semejante lugar, dicho sea de paso me largué en cuanto empecé a ver las calles repletas de aceitosos, encima se dedicaba a hablarme de las "bondades" del progresismo e incluso en una ocasión defendió el aborto. En casos como este es mejor huir como alma que lleva el diablo.
Me han ocurrido historias similares con otras tipas, como la que me llevó a una fiesta africana multicultureta en una especie de masía en Tarragona, otra hija de puta, sin decirme adónde iba ni dar más explicaciones. En ese caso, como en el anterior, tomé la decisión de mandarla a tomar por el culo.
Normalmente, la experiencia me ha enseñado a no fiarme de ninguna tipa, por muy correcto e insospechado que resulte su comportamiento, y en mi caso, como mayormente me interesa pasar un buen rato muchas veces he pasado por alto opiniones de mierda y similares, eso con un límite, claro está.