Esta es la estación de Zaragoza - Delicias. Una intermodal como esas que decís que van a llegar a vuestros poblados chabolistas del tercer mundo... No os perdéis nada.
Sigue siendo un crisol de culturas, un dormitorio de ejemplares humanos de la peor ralea y un constante ir y venir de subseres.
Pero es que además, tiene la peculiaridad de tener una temperatura ambiente de -30ºC la exterior. En invierno es la mismísima Siberia e incluso así por la noche se llena de almas en pena que vagan por sus gélidos pasillos y orinan en las esquinas.
Siempre está a medio gas, con andenes y dársenas inutilizados, con salas de espera vacías y con un bar, el que hay abajo al lado de las taquillas de los autobuses, que es la mismísima babilonia en Zaragoza.
Alguien ha dicho que en no sé qué estación no daban de beber a partir de cierta hora de la noche. Aquí eso supondría amotinamiento y navajazos a diestro y siniestro. Sin alcoholol es imposible aguantar una espera ahí.
Y qué frío, me cago en la puta.