Menudo rigor científico, ni me planteo perder el tiempo en verlo, vaya experimento sociológico de mis narices, que si quieren follársela estando más o menos apetecible, nos ha jodido.
Que es follársela, cojones, sin más, sin que a priori ello implique nada de aguantar sus giliipolleces, sus caprichos, sus menstruos, a su puta familia, a sus amigas, su afán por tener desechos genéticos... Disparar y olvidar, menudo momio. Que si quieren follársela, pues sí, hija de puta, por cada agujero de tu cuerpo pero bajo la condición innegociable de no tener que soportarte ni un minuto más de lo necesario.