UNA DULCE EXPERIENCIA, UN AMARGO “HASTA LUEGO”
¿Cómo que un amargo hasta luego?
La sangre de un yokero recorre sendas inexplicables para el común de los puteros. Esa afición por nuestras “compañeras del vicio”, no se abandona nunca, ni aunque pasen 100 años. Pero la llamada del adiós le llega a cada uno. A veces llega sin previo aviso y otras veces lo vemos venir.
¿Por qué?.
Ningún motivo es igual que otro, ni el de otro al de nadie (aunque tengan lazos en común). Llevo un año y medio sexuando a tope y sé que este ritmo no lo puedo mantener para siempre. Estoy sintiendo que se acaba un ciclo y que otro va a comenzar, el cual espero que sea tan bueno como el que cierro. Prefiero irme antes que verme obligado a marchar después para siempre. Prefiero que me echen de menos antes de que me echen de más.
¿Es definitivo?.
Un "hasta luego" no es una despedida para siempre. Soy incapaz de decir adiós a un lugar donde siempre me he sentido querido. Si lo hiciera es como si se me partiera el alma. Una parte de mi está ligada al Templo y sin él mi vida no es vida. Probablemente acudiré en algún momento puntual porque, con coleta o sin coleta, nunca dejaré de ser yokero. Vivir sin follar no es vivir...
¿Te vas a marchar del foro?
Eso no lo creo. Pero supongo que a medida que vayan viniendo nuevas chicas al piso mi participación se irá haciendo menor. Quiero seguir ayudando a otros yokeros aportando mi granito de arena con mis experiencias pasadas; es una manera de agradecer a Yoko y a sus chicas todo lo a gusto que me han hecho sentir en su casa.
Gracias a vosotros he conocido el piso hace diez años. Todas vuestras historias me han orientado a la hora de escoger a las chicas. El foro me ha ofrecido mucho entretenimiento y he conocido en persona a grandes amigos con los que he compartido aficiones y me gustaría que siguieran acompañándome en mi camino.
Xperman ¡¡Puuuto!!. ¡No se vaya sin contar lo relato!. ¡¡Escribaaaa!!.
¡Noooo tranquilos!. Después de daros la noticia, ahora es cuando ha llegado el momento de contar la última experiencia (nunca la última es la última).
Tomé ésta decisión siete días antes de hacer la visita del pasado sábado y desde entonces es como si sintiera una necesidad imperiosa de pasar página cuanto antes. Tan sólo estaba buscando el momento apropiado para hacer borrón y cuenta nueva, para hacer esa despedida de soltero, esa gran fiesta antes del compromiso en el que se cometen varios excesos antes de que vayan a ser vetados después.
...Pero el día no llegaba y ya no quería esperar más, así que llamé a Yoko y que fuera lo que la Diosa quiera. Y ella quiso que dos sorpresas me llevara entre las chicas que había libres: CAROL y NICOLE. Eran unas pedazo de tías espectaculares. Una rubia y la otra morena. Jóvenes, preciosas y muy fogosas las dos en la presentación. Como a mi me gustan. Con las dos chicas tenía temas pendientes desde la última vez que había estado con ellas. Me daba más morbo estar con ellas que con las demás, a pesar de que también las otras se esmeraron a conciencia en sacarle punta a mi pene. Fueron BRUNA, FANNY y NAYARA. ¡Muchas gracias chicas!.
Tras pactar el tiempo que quería quedarme Yoko me dijo que tenía que esperar un rato ya que la primera chica que había elegido estaba reservada. No tenía ninguna prisa.Con tranquilidad me dí una ducha bien caliente y relajante con un buen tocamiento de bajos incluido. Después me tumbé en la cama y cerré los ojos recordando cómo fue la última experiencia con CAROL. Fue en una orgía entre 3 templarios y varias Yokogirls. Yo estaba con la rubia a todo trapo. Ésta chavala siempre me ha puesto bastante tontorrón y, ante su ofrecimiento a que follara el precioso culo que tiene, me puse como una moto. Me acuerdo que con la fogosidad del momento se me salió la polla de su estrecho agujero y al intentar a volvérsela a meter se me dobló la polla. ¡Dios que dolor!. Después de aquello no pude empalmarme en siete días.
Esta vez tocaba venganza. Cuando entró CAROL yo ya estaba puesto a tono y preparado para entrar en faena. El grado de excitación que tenía encima era alto. En cuanto volví a verla pensé en lo gran putona que es. No hizo falta a que bajara a chuparme el soldado para ponerme bien firme. Esa era su intención, pero antes de que lo hiciera tomé la iniciativa. La tumbé en la cama y me puse sobre ella. La rubia se sorprendió que, al verme tan excitado, empezara a tratarla con bastante delicadeza con besos y caricias muy tiernos y muy suaves. Le gustó mucho mi demostración de autocontrol y de saber tratar a una buena dama como se merece. Con paciencia yo trataba de buscar sus zonas erógenas y cada vez que daba con una de ellas la hacía brincar de placer. Mereció la pena dedicarla un tiempo porque lo que vino después fue una pasada.
Mientras la penetraba notaba que se estaba sintiendo mucho y cada vez más cómoda y más gusto conmigo. Sentía cómo se estaba dejando llevar. Yo también lo hacía y cada vez me estaba gustando más lo que estábamos haciendo. Era como una especie de conversación sin palabras a base de besos, de caricias y de movimientos muy sensuales. Aquello me estaba encantando, la verdad. Sentía como se estaba mojando por ahí abajo. Sus ojos estaban cerrados y por la satisfacción en su cara estaba convencido de que ella estaba pensando en alguien especial... no era yo el que estaba en su mente pero si que era yo la persona que la estaba haciendo sentir físicamente su bienestar. Eso era algo que me hacía estremecer. Su vagina estaba muy caliente y cada vez la sentía apretarse más como si me la estuvieran agarrando con la mano. ¡¡Ufff!!. Me corrí muy a gusto dentro de ella. ¡Que gozada!.
Lo habíamos pasado bastante bien. Por si nos había quedado alguna duda así nos lo hicimos saber antes de que nos separáramos. Nos pusimos uno al lado del otro mirándonos, besándonos y tocando cada uno el sexo del otro. Ella estaba muy mojada y me indicaba cómo la tenía que masturbar. A mi me lo estaba haciendo también muy rico que consiguió que no perdiera la erección en todo el rato que estuve con ella.
Al poco tiempo llegó el cambio de chica. NICOLE entró a la habitación directa a por mi. Aunque ya tenía a la negrita encima pude ver como CAROL se marchaba frotándose aún su coñito. Ella se paró a la altura de la puerta antes de salir. Se dió cuenta de que yo la estaba mirando. Se mordió el labio y dijo algo sobre mí a su compañera. No recuerdo cuales fueron las palabras exactas pero si de la sonrisa cómplice que tuvieron entre las dos. Eso me subió mucho la autoestima, la polla ya no más porque la tenía arriba del todo desde hacía rato.
Eran más o menos las cuatro de la tarde. No había comido y tenía hambre. Yo creo que por eso devoré a NICOLE de arriba a abajo. Su color de piel es como el chocolate negro y con su sabor no hay medias tintas: o lo amas o lo odias; y a mi me gusta muchísimo picarlo cada vez que abro la nevera. ¡Que delicioso pecado! ¡¡Ummmm que rico!!. Es muy atractiva, joven, delgada, de cabello oscuro, con un pecho natural muy bonito y de tamaño proporcionado a su cuerpo que es menudo. Su culito encima es hermoso y tiene bastante dureza. Es una delicia de chavala por físico.
Ella estaba debajo de mi. No parábamos de besarnos y de sobarnos mutuamente. Separó sus piernas dándome un poco de libertad para restregar nuestros sexos. Se nos escapaban una serie de gemidos en voz baja cada vez que tocaba a su entrada. Yo estaba temblando. Me moría de ganas por meterme dentro. Me dijo ansiosa que no podía esperar más. Yo tampoco. Me puse el condón y se la metí deliciosamente dentro hasta la raíz. Nos acomodamos un poco e iniciamos el mete y saca. Lo estaba gozando mucho pero sentía que ella quería algo más. Así que me quité y nos dimos la vuelta. Me puse sobre la cama boca arriba y a partir de ese momento ella iba a marcar el ritmo. Ha sido de las pocas veces que he visto mi virilidad tan hinchada y tan dura. Con ese chochito tan pequeño y estrecho pensé que la iba a doler, pero no. Me montó por completo hasta hacer tope. Empezó a mover la pelvis de arriba a abajo y de delante hacia atrás cabalgándome como si fuera un caballo a todo galope, de modo que mi pene recorría cada rincón de su vagina. Tan fuerte que me hizo gozar lo inimaginable. La pena es que no pude aguantar mucho así. Llegué al orgasmo entre gemidos y suspiros un poco escandalosos. La cama se movió tanto que se nos cayó el cabecero encima jajajaja. ¡Que polvo más de puta madre!.
Estábamos chorreando de sudor. Nos fuimos derechos a la ducha a “refrescarnos”. Lo pongo entre comillas porque en realidad no fue precisamente para eso. Al poco de empezar a echarnos el jabón estábamos otra vez como animales en celo. Nos frotábamos y nos metíamos mano por todos los sitios. Nos besábamos a tope hasta el punto de comernos el gel por muy fuerte que fuera su sabor... y de nuevo mi pene entre sus piernas buscando poder entrar.
Rápidamente nos fuimos otra vez a la cama. NICOLE jugó con mi trozo de carne durante un rato antes de mamarlo con deseo, comiéndoselo hasta donde le era posible para después sacarlo de la boca con sus labios aprisionándolo. Yo no paraba de suspirar. Llegó el momento en el que la tuve que decir que parara o iba a vaciar la leche en su boca (cosa que yo no quería). La tía se me puso a cuatro patas y ante la imagen de su culito levantado en pompa no me pude resistir a follármela como Dios manda. Buenas embestidas se llevó la chiquilla al provocarme de aquella manera. Mientras me estaba moviendo la estaba masajeando el clítorix con una mano desde atrás. La oía gemir cada vez más y comprendí su ansiedad clavando mi pene con más fuerza.
Cambiamos a la postura del misionero y ahí es cuando me puse todo loco hasta que llegó un momento en el que todos mis músculos se me tensaron y finalmente llegué al climax. ¡¡Buaaah!!. Notaba como su coñito me apretaba como no queriendo separarse de mi. Estábamos muy a gustillo los dos así y me quedé un buen rato plácido sintiendo el calorcito de mi semen dentro de ella. ¡Ummm!. Poco rato después NICOLE estaba moviendo suavemente la cadera como queriendo pedirme más. Me di cuenta de que la erección no se me había bajado nada. Que seguía ahí dentro tan grande y duro como al principio. Pienso que ella no estaba en sus cabales y que perdió el sentido común cuando me dijo que la siguiera follando. ¡De locos!. Yo desde luego no tenía la sangre precisamente en la cabeza como para estar pensando en lo que hacía. Sólo que estaba cachondo perdido cuando me lo pidió. Me aseguré que seguía teniendo bien puesto el condón y tiré pa' alante. Reanudé la faena con más vigor metiéndosela como si la fuera partir en dos. Mi propia leche me lubricaba y a ella se la veía muy caliente. Eso me estaba dando tanto placer que en un par de minutos y arrancándome de gritos noté como mis pelotas se estrujaron como uvas pasas hasta escurrir la última gota.
Luego poco a poco me fui relajando deliciosamente como si flotara en un sueño hasta que el tiempo terminó. Ha sido una experiencia de la ostia, ¡fantástica!, ¡¡brutal!!... Es imposible que ésta despedida pudiera haber salido mejor ni tan perfecta. Me alegro de que haya sido sin planificar nada... Ni siquiera he dicho a Yoko nada de que me iba a marchar durante una buena temporada. Sólo la he comentado que voy a tardar más en volver. Yoko, si lees ésto perdóname. No soy capaz de despedirme definitivamente.
“No se puede decir que de ésta agua no beberé, el camino es largo y me puede dar la sed”
Soy lo que soy: un yokero. Como tal, la yokaina recorre por mis venas. Hasta luego Yoko. Seguro que volveremos a vernos, pero no sé cuándo. Muchas gracias por todo a ti y a tus chicas.
Y llegados a éste punto y final seguido. Pakito diría algo así como “gracias por aguantar hasta aquí mis pajas mentales”. Muchas gracias a ti Pakito por el obsequio. Gracias a éste detalle por tu parte he podido contar ésta experiencia. Gracias a YOKO a CAROL y NICOL también por hacerlo posible. Espero que os haya gustado a todos leerla. A los escépticos les costará creerla. Los yokeros como yo decimos que ha sido así tal y como os lo acabo de contar.
Queridos compañeros, un saludo a todos.