Depende. A un amigo mío, que estaba un poco más p'allá que p'acá, le llegó la historia de alguien que se había follado a una fulana que, del puritito goce, se cagó encima, y el fulano se enfadó mucho porque la tía le había cagado las sábanas.
Sin embargo, cuando le estaban contando a mi amigo la historia, observé cómo este ponía los ojos en blanco y abría la boca. Acertó a musitar "hostiasssssss", y luego nos dijo que era lo mejor que había oído nunca y que ojalá a él le pasara de estar follándose a una tía y que se cagara encima, y que automáticamente ese había pasado a ser su sueño dorado. Durante muchos años se estuvo refiriendo al tema, y cada vez que quedaba con una le deseábamos que se cagara encima, a lo que él respondía nervioso "ojalá, ojalá". Durante muchos años cada vez que se le refería la anécdota ponía la misma cara de "hostiassssss", y se podía ver mirando al infinito con cara de anhelo, como quien sueña con un mundo mejor.