Hoy me ha venido una culona y pechugona, también de labios operados y repintados de oscuro, quizás con cejas muy gruesas, a preguntar si me quedaba mucho en una máquina. El caso es que tenía voz de fumar Habanos y acento sabrosón, pero no le di más importancia. El caso es que le dije que me quedaba mucho, puso mala cara y se piró, momento en el que he seguí mirando su culo caribeño, muy blando para mi gusto, pero vamos, que después de ahora mismo...
Después, mientras estaba con dos colegas haciendo tríceps en polea, ha venido un negro habitual es habitual que sea negro todos los días - y nos ha prevenido que se ha acercado atraído por ese culo y se ha dado cuenta de que tiene tiburón. Efectivamente, nos hemos acercado sigilosamente a la presa y nos hemos cerciorado del regalo. Ojo, regalazo "de luz".
Esas cosas no pasan en un gimnasio que no sea mixto. O trixto, en este caso particular.