Yo recuerdo dos muy buenos: en uno un tipo reclamaba a un amigo suyo daños y perjuicios por haber usado el agua de Lourdes que le prometío ,en una visita al santo lugar, para rellenar el radiador del coche.
En otro una señora pedia una indemnización porque el dueño de un bar no dejó entrar a su madre al baño y se cagó encima con erotico resultado.