El teletrabajo en un 60-70% de los casos han sido una especie de excedencia remunerada, donde muchos se han dejado la huevada en carne viva o las tordas el papo dado de sí.
Es más algunas compañías o empresas han tomado nota, y algunos puestos huelen a que no permanecerán mucho tiempo.
En el caso de la mía, una planta de fabricación hay como tres o cuatro tordas, que a ciencia cierta se ha constatado que primero cuando debían estar disponibles y atentas en su horario laboral, la mayoría de las veces había que llamarlas varias veces o mandar correos que contestaban cuando les salía del papo. Todas ellas son las típicas supermadres, mujeres abnegadas y dedicadas al cuidado de sus desechos como si no hubiera otra cosa en el planeta tierra
Pues bien, la compañía ya ha dicho que a partir de Septiembre se acabó el recreo; y ya están bramando por retomar la situación previa a la pandemia, que por cierto sin virus mediante es lo contratado y estipulado en sus contratos.
Si te quejas amargamente y pones el grito en el cielo es porque pasas de unas condiciones muy ventajosas a otro escenario no tan favorable. En otras palabras, no estarán haciendo bizcochos, viendo Netflix o comprando el Amazon durante su jornada laboral.
Por cierto además ha habido un problema añadido a esta eclosión forzada del teletrabajo, y es que los ataques cibernéticos a empresas se han disparado un 35% más, al difuminarse y extenderse con conexiones no seguras para permitir el teletrabajo.
El teletrabajo alguien que está acostumbrado y lo llevaba haciendo desde hace años, además de ser una particularidad de su puesto, normalmente son gente que cumple con sus tareas. La mayoría que no eran de este bloque se han visto en teletrabajo sin saber organizase y adaptándose al nuevo medio en el mejor de los casos y en el peor, llevan años y medio contándose los pelos de los huevos