Los secretos de los grandes placeres de la vida, amigo, estan todos en la mente.
Lo primero q hay q saber es q el placer viene precedido de dolor, asi la satisfaccion de rascarte cuando te pica o la de beber cuando tienes sed, el dolor te pone en marcha para buscar lo q "vale la pena" y el placer es la recompensa, es una experiencia de asentimiento contigo mismo, una afirmacion a tu presencia en el mundo. Al final del placer hay contento e inactividad, y por eso la unica manera de prolongarlo es representarlo, de ahi la enorme importancia de la mente. La percepcion es la interpretacion de la sensacion, las sensaciones son puras pero la percepcion no. Ahi es donde se inmiscuye la mente, ahi el cerebro aporta sus manias, su talante, sus preconcepciones y las superpone a las sensaciones q llegan de fuera.
Las percepciones sensoriales estan sujetas a la ley de saturacion q Fechner determino experimentalmente y expreso matematicamente en la relacion: S = K log E, la sensacion aumenta solo con el logaritmo de la excitacion, de modo q para pasar de la sensacion de intensidad 1 a 2 es precioso aumentar la excitacion de 10 a 100. La sensacion se paga muy cara en la economia corporal. Y en el limite final del placer aparece el dolor y el embotamiento. El aumento de placer por estimulo sensual esta vetado por la Naturaleza y solo la mente es la unica capaz de llevar mas alla del nivel en q el organo fisico se agota.
La Naturaleza ha metido el placer en el dolor y el dolor en el placer para q se cumplan los misterios del Uno, y solo revela tales misterios a un alto riesgo. El exceso de placer puede destruir, la prueba es q los yonkys viven mucho menos q los puritanos y gastan mucho mas. Se pagan enormes sumas por aquello q cambia el programa cerebral sin poner nada de tu parte. Es mucho mejor cambiar el programa desde nosotros mismos, por el yoga, el misticismo, la inspiracion, la imaginacion, sin tomar drogas q dañan irreversiblemente el metabolismo, aunq eso requiera de esfuerzo y resulte mas sencillo recurrir a la quimica y provocar el misticismo automatico, garantizado y pasivo de la heroina.
El cuerpo vive el presente envuelto en sensaciones, pero la mente recuerda y espera, y ademas puede seleccionar el objeto de su atencion. En este uso discriminador de la mente, amigo, consiste la buena vida.