Sir Ringo Starr
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Pues sí, señores, he realizado una de las fantasías de muchos foreros de PL y algún que otro rojo de palo de estos que corren por este país que no se llama este país, que se llama España.
Anduvía yo por la calle Sagasta, a la altura de la subsecretaría de apoyo a las víctimas del terrorismo, dirigiéndome con más sueño que prisa al curro de mierda que he tenido la suerte de encontrar, cuando una silueta de una joven que parecía ser atractiva captó mi atención.
Cómo había yo de sospechar que no se trataba de una joven cualquiera, sino de la fantástica Anita Aznar, la hija del ex-presidente del gobierno, amado por muchos y odiado por otros muchos, un poco más jóvenes. Llevaba un abrigo negro cruzado y unos vaqueros bastante ceñidos sobre unos botines también negros. Pensé en decirle algo, pero empecé a sentir la parálisis que te da la vergüenza. Ante eso, activé algún tipo de mecanismo de autodefensa PL y supe que tenía que decirle algo. Ella andaba rápido, sin mirar a los lados, claramente llegaba tarde a algún lugar. Procedí sin pensar:
-¡¡Ana, ana!!- dije yo en un tono ridículamente alto.
-¿Qué? - preguntó ella deteniéndose desconfiada.
- ¿Qué tal... puta? - le respondí con una sonrisa.
Tardó poco tiempo en reaccionar, giró su cara para proseguir su marcha y arrancó a andar casi corriendo. Se la veía asustada. Yo exclamé un "puta" regocijándome en la U. Dio la vuelta a su cuello para echarme una última mirada, probablemente para cerciorarse de que no la estaba siguiendo. Tenía la cara completamente roja.
El orgullo no me dejaba sentir el frío mañanero de Madrid. No eran ni las nueve y ya había sido un gran día.