Schlieffen rebuznó:
El Loco de las Coles rebuznó:
Conozco a bastantes tías a las que los negros les ponen cachondonas.
Bueno, pues esta misma semana, hablando en el bar sobre despedidas de solteros y cuernos, al menos cuatro amigas comentaron que su sueño erótico es ser perforadas por trancas de negros.
Guarras.
Pardiez, no hace falta que lo jure, pequeño grumete. La historia en general y la del cine en particular nos ha dado claros ejemplos de hechos tan lamentables.
Todos los que hayan visto la genial "Espartaco" de Stanley Kubrick, recordarán como, en la escuela de gladiadores, las dos patricias eligen como contendiente de Espartaco al negraco africano, mientras rien por lo bajinis y dicen "hihihihihihihihihi", imaginando el tremendo cipote que habría de tener el excepcional ejemplar.
Como ya he relatado antes, en mis recepciones con la reina, las cortesanas perdían las enaguas, las faldas plisadas y las mismas bragas cuando los esclavos traidos del sur eran desnudados y untados en aceites perfumados, para deleite de la reina y de sus doncellas. - putas todas ellas -
Yo mismo tuve que abofetear con mi bastón de mando a mi querida Elizabeth, al comprobar que los ojos se le iban tras el rabo pendular de aquellos negrazos tremendos, e incluso en mi nave, la gloriosa Surprise, sorprendí a más de un marinero con intenciones nada honestas hacia los esclavos que portábamos.
Lo dicho, esto es una merienda de negros.