Neymar nos dice que sólo ficharía por el Madrid si siguiera Cristiano en el club, lo que lleva a dos reflexiones: una, que es un chico sensato; otra, que alguna duda ha debido de escuchar sobre la permanencia de Cristiano en el Madrid, lo que resulta muy inquietante. Ya alguien que le ha tratado me había comentado que debajo de la cresta hay una cabeza más sensata de lo que parece. Y debe de ser así. Al decir eso muestra que no va de figura excluyente, que respeta a Cristiano y que sabe que no está preparado para cargar con el peso del Real Madrid sobre sus jóvenes espaldas. Muy bien. Lo inquietante es que haya escuchado algo sobre una eventual no continuidad de Cristiano. Han sido doscientos goles en cuatro años. El traspaso más caro de la historia resultó extremadamente rentable. Lo malo es que el jugador entiende, y tiene sus razones para ello, que el club no le ha correspondido. Cuando llegó era el jugador mejor pagado del mundo, luego otros le han ido adelantando, el verano pasado le hablaron de mejorar el contrato y el asunto se atascó. Y en pleno atasco Florentino tuvo el desliz de decirle de mala manera que le dejaría ir si pagaban por él 200 millones para así fichar a Messi. En realidad fue intención de Florentino mejorarlo, pero para eso hubiera necesitado quitarse de encima a Kaká. En algún momento fue optimista con eso, quizá porque el Milán le dio coba. Pero Kaká es terriblemente difícil de colocar, porque a su vez cobra tanto como Cristiano, hay pocos clubes que puedan pagar eso y encima él no ha demostrado merecerlo. Entre los 65 millones del traspaso y los 10 limpios por seis temporadas (faltan dos) Kaká se habrá comido un año de derechos de televisión del Madrid. Sólo faltaría que encima provocara, aunque sea indirectamente, la salida de Cristiano.
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