Madre mía.
Qué mafia!
En fin, hamijos culés y atléticos, al maligno hay que reconocerle la habilidad para moverse en las alcantarillas, el politiqueo, la mafia y en la mayor infamia si hace falta, sacando ingentes beneficios de ello. Nadie ha conseguido, ni conseguirá igualar su pelotazo de la ciudad Deportiva, sus jugadores tienen patente de corso para Hacienda, y ahora en la UEFA han desplegado la Brigada choquetín para hacer y deshacer a su antojo, y lo que antes era una sanción por traerse muertos de hambre a jugar al fútbol, en una especie de mercadeo infantil poco legislado, ahora se ponen a tocar el acordeón, y aquí paz y después gloria.
Malos tiempos para la lírica.