De Casillas a Raúl
DOS MANERAS DE VERLO. El día después de la humillación más grande de su historia, el Madrid siguió dando muestras de descomposición interna. Por un lado, Guti planteó otro pulso al entrenador, llegó tarde al entrenamiento y como toda sanción, Valdano le invitó a comer. Por otro, Raúl le tiró un dardo al entrenador denunciando que el equipo no se adapta a su sistema. También, faltaría más, el Bernabéu iba lleno de rumores sobre la fecha de caducidad de Pellegrini: el 29 de noviembre en el Camp Nou. Sólo Casillas hacía autocrítica: “Lo que pasa aquí es de película de Spielberg. La culpa es de los jugadores”.
Sobre los mensajes de Raúl y de Casillas me gustaría hacer una reflexión. El delantero lo tiene claro: culpa a Pellegrini igual que antes a Juande, Schuster, Capello y tanto otros en el túnel del tiempo. El portero prefiere no engañarse y busca responsabilidades entre los que se visten de corto y sudan (o no) la camiseta. Que sea una u otra la idea que se imponga en el vestuario y en la sala de juntas es de vital importancia a la hora de solucionar los problemas. Si todos pensaran como Iker, otro gallo le cantaría al Madrid, pero mientras la mayoría piense como Raúl, que no en vano lleva ahí toda la vida y no sabe lo que es ganar una Copa, seguirán con pesadillas tipo Toledo, Irún o Alcorcón. Es la diferencia entre querer rectificar o mirar hacia otro lado, entre buscar soluciones o seguir atado a una mentalidad comodona.