emperorx
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¿En el de Carrero Blanco no estuviste?
Ese me lo perdi, pero hubo un familiar que... bueno, da igual
Motherfuckers.
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¿En el de Carrero Blanco no estuviste?
Hace cinco minutos he estado en la cocina. Ahora he ido a por un vaso de agua. Estaba mi novia sacando las cosas del lavavajillas y justo ha cogido el cuchillo grande para meterlo en el cajón y la hoja ha atravesado el espacio donde cinco minutos antes yo estaba de pie mientras se hacía el café.
Llego a estar ahí y me hubiera rajado de arriba a abajo. Me he librado de la muerte por cinco minutos.
Suelen ser mas de envenenar pero aún así creo que ha sido un avisoSi algún día decide arrejuntarse legalmente no haga gananciales, ni ponga cosas a su nombre, que se le ven las ganas y eso ha sido un primer aviso.
Eran los viets
Me decepcionas. Le pega 1000 veces mejor esto:
No has entendido lo que quería decir con el video, lo siento.
ir nadando por las rocas, si es que los putos mesetarios es llegar a menos de 80 km del mar y se os cruzan las neuronas. Y si ya hablamos de cuasi retrasados mentales como tu pues la verdad sorprende que aun sigas vivo si.
a ver si con un poco de suerte en la proxima te estampas contra las putas rocas y te quedan los percebes tatuados en la jeta. lo que se iban a descojonar los forenses.
blao blao y no me he escaneado ni mi salada almeja ni mis grubos
eto te pasa por tu mala cabesa y por meterte en lios amigoA mí me han chutado la cabeza y me han estampado un puño americano. No quedé inconsciente ni me pasó nada grave, más allá de unas brechas superficiales. A día de hoy no sé como logré aguantarlo. La sensación en el momento de los impactos es el propio golpe junto con una especie de chillido en los oídos. No emití ni un sólo quejido ni pudieron realmente conmigo ya que el patadón a la almendra no evitó que me levantara en el acto del suelo y el golpe con el puño de hierro no evitó que siguiera corriendo y escapara. Eso sin nombrar que fueron acciones cobardes.
A mí me han chutado la cabeza y me han estampado un puño americano. No quedé inconsciente ni me pasó nada grave, más allá de unas brechas superficiales. A día de hoy no sé como logré aguantarlo. La sensación en el momento de los impactos es el propio golpe junto con una especie de chillido en los oídos. No emití ni un sólo quejido ni pudieron realmente conmigo ya que el patadón a la almendra no evitó que me levantara en el acto del suelo y el golpe con el puño de hierro no evitó que siguiera corriendo y escapara. Eso sin nombrar que fueron acciones cobardes.
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