Alekos002 rebuznó:
ni una cosa ni la otra, si opinas diferente argumenta, sino lengua in the ass.
Vale, es que eres gilipollas.
Si las normas dicen que no se puede hacer algo y se hace, ¿dónde están la hipocresía y la demagogia? No se pueden tomar según qué sustancias ni seguir según qué prácticas médicas, y quien lo hace, incumple las normas. Quien lo hace a escondidas es un estafador de mierda, porque desde el mismo momento en el que acepta participar con esas normas, se da por entendido que las cumplirá.
No importa si con eso mejora su rendimiento o no, como no importa si te pones en dirección contraria por la autopista y no muere nadie. Sigue siendo un delito.
En cambio, tener masajistas y entrenar mucho sí que está permitido. No hay ninguna histeria. Son las normas que se han acordado, como en el fútbol se acordó en su día que no se podía coger la pelota con las manos sin ser portero y estar en tu área. Quien no lo quiera aceptar, que juegue a otra cosa. Punto.
Claro que además puedes preguntarte por qué los masajistas sí que están permitidos y el clembuterol no. Sí, es razonable querer buscarle una lógica y no aceptar lo que te impongan como indiscutible. Es hasta loable. Pero coño, es que es tan de cajón, tan jodidamente coherente con el resto de normas sociales y legales, tan acorde a lo que uno mismo haría con su cuerpo, que parece mentira que a alguien le dé tiempo a escribir la pregunta sin haber dado antes con la respuesta por su cuenta.
Por otro lado, no sé en qué aumenta el espectáculo el dopaje. ¿En qué iguala? El que corría en 10 segundos lo hará en 9'90, vale, pero es que el que corría en 9'90 lo hará en 9'80. Tampoco aumentaría el espectáculo si a los ciclistas les dejasen llevar un motorcito en la bici para las subidas, por mucho que eso igualase la competición.
Lo que da espectáculo en el deporte es poder
creer que los participantes consiguen lo que hacen a través de los métodos que implícita o explícitamente, justa o injustamente, se han etiquetado como "limpios". Por eso ahora el ciclismo es un deporte apestado: antes la gente creía (infundadamente) en su limpieza, y hoy eso es imposible.