Estoy leyendo cosas raras, como que encontraron una bolsa de chuches encima del tapón de lodo que hay en el pozo.
Aquí un señor experto, y con cara de experto, en agujeros que dice que es casi imposible que el niño esté ahí.....
Francisco Barranquero, dueño de Perfoban, una empresa malagueña de perforaciones, lleva "toda la vida" abriendo la tierra en busca de agua. Tiene 63 años. Dice que empezó a trabajar cuando "aún era un chavalito". El hombre se ha acercado a media mañana de este lunes a la zona de Totalán (Málaga) en la que
se busca desde ayer a un niño de dos años. El menor, Julen, cayó a un pozo de 103 metros de profundidad. "
Me parece muy complicado que el chiquillo esté ahí. Casi imposible. Eso, o la búsqueda no se está haciendo bien", ha dicho.
"El agujero no tiene una dirección vertical como si la perforación cayera a plomo.
En cien metros puede haber una desviación de hasta dos y tres metros hacia los laterales. Además, la apertura
sólo tiene un palmo de anchura. En ese espacio yo he llegado a recuperar martillos.
¿Es posible que un bebé no se quede atascado y que haya llegado al fondo? Ya te digo yo que eso es muy difícil", argumenta a EL ESPAÑOL justo después de aparcar su camioneta cerca del puesto avanzado que la Guardia Civil ha desplegado a las afueras de Totalán. Pese a todo, la Benemérita acota la búsqueda del menor a dicha apertura tras escuchar a los padres del niño, quienes lo habrían visto caer.
Francisco explica que para realizar ese tipo de perforaciones se usa una técnica llamada martillo en fondo. "Mediante rotopercusión neumática, un potente martillo va abriendo la tierra. Si se encuentra con un obstáculo en su camino, como por ejemplo una roca, tiende a buscar la zona de tierra más blanda. Por eso
me parece tan extraño que en los primeros casi 80 metros no se le haya encontrado ya", dice.
Para Francisco, si el agujero hubiera estado entubado usando policloruro de vinilo (PVC), el
niño no hubiera entrado por la apertura. "Si es cierto que ha caído, el niño está en ese primer tapón enterrado en fango
. Ese tapón puede tener varios metros de profundidad y que él, debido a su peso, haya podido descender cierta distancia", ha añadido este empresario. "Además, ese tapón no se ha producido ahora por el arrastre del niño. Ese tapón llevará el mismo tiempo que hace que se hizo la cata", añade.
El experto considera que la poca anchura del agujero hace difícil que el bebé no se quedara atascado. "Ese tapón no se ha producido por el arrastre del niño". Así quieren rescatar a Julen, el niño del pozo de Málaga: una obra de ingeniería casi imposible.
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