Quienes conocemos a Iker Jimenez y tenemos amistad con él, sabemos que es un buen tipo. Y que el periodismo que hace, lo hace porque le encanta y es su vida. Le conozco desde que hacía sus primeros pinitos colaborando en revistas especializadas y haciendo sus boletines propios. Y ponía toda la carne en el asador. Inquieto, aventurero, con buen olfato... Se arrimó a un gran maestro del tema, como lo fue Fernando Jimenez del Oso, y a partir de ahí tuvo la suerte de hacerse un hueco en los medios de comunicación para difundir todos estos temas, que a él tanto le fascinan. Y eso, en principio, no es criticable. El que gane mucho dinero, tampoco es criticable. Todo depende de si es honesto consigo mismo y con el público que le sigue. ¡Ojo! Hay muchos envidiosos que le critican porque les gustaría estar en su puesto. Ya se sabe como es la envidia en este pais...
Hay que reconocer que resulta dificil mantener la cordura y la imparcialidad en un tema tan espinoso y resbaladizo como es el mundo de lo paranormal y demás asuntos afines, donde es fácil dejarse llevar por los prejuicios, los sentimientos y las ideas apriorísticas. Y siempre recibirás crítica por parte del sector más racionalista, aunque te empeñes en tratar seriamente el tema. Ha habido hasta recogidas de firmas para que eliminen el programa, lo cual me parece terrible. Es como volver a un tiempo en que la censura informativa acechaba a diestro y siniestro. Si nos ponemos así, yo pediría que eliminaran los programas tipo "Gran Hermano", los magazines rosa, tanto fútbol, etc. etc. y eso no es de recibo. Todos tienen derecho a ver lo que quiera. Incluso a dejarse idiotizar por la pequeña pantalla...
El problema es que Iker da una de cal y otra de arena. Podía aprovechar ese espacio en televisión para ofrecer algo de más nivel. No sé porqué se empeña en darle ese halo de 'película de miedo' a los casos que trata. Deberían ser tratados de forma más aséptica. Y no sé porqué deja en el aire -en la bruma del misterio-, casos que se saben de sobra que tienen una explicación científica o natural. Eso me resulta chocante, porque sé que en el fondo, Iker, es más escéptico que como se muestra por radio y televisión. Supongo que es así como funciona la dinámica de un programa dedicado al misterio. Vende más, si se añade más misterio al propio misterio. Si se desmitifican los casos, la audiencia baja seguro.
De todas formas, hay veces que trata los casos bastante bien, con sentido crítico, como por ejemplo, cuando advierte de los peligros de las sectas, cuando habla de los estafadores esotéricos, etc. Pero luego, hay más ocasiones de la cuenta en que acepta la hipótesis trascendentalista sobre casos que son explicables a la luz de la Ciencia. O que tienen todos los visos de ser fraudulentos. Y no se hace periodismo imparcial llevando solo a la gente de un bando para hablar de un caso. También tiene que llevar a gente que han investigado dicho caso y han demostrado que es falso. Así que Iker hace un doble juego. Y, curiosamente, los racionalistas dicen que Iker es muy crédulo. Mientras que los crédulos dicen que es demasiado racionalista. ¿En qué quedamos?...
Por otra parte, no es posible analizar tantísimos casos que le llega a la redacción, a través de cartas, e-mails, etc. Y el problema está en que luego se presentan esos casos a la audiencia con rapidez, superficialmente, sin haberse interrogado en profundidad a los protagonistas, o dando datos erróneos de fecha, lugar, etc. También está rodeado de un equipo de colaboradores que dejan mucho que desear, y, por tal de salir en "Milenio 3" o en "Cuarto Milenio" se inventan "historias para no dormir" que no se las cree nadie. El propio Iker se ha dado cuenta -a veces bastante tarde- de que ciertos colaboradores le habían vendido casos falsos o historias más exageradas de la cuenta. Y se deshizo de ellos. Pero sigue en las mismas. Y sobre algunos de los que aún tiene, habría mucho que contar...
Lo mismo lleva a su programa a Pruden Muguruza (cuya foto alguien ha puesto por aquí), que es un personajillo que hoy día no tiene la menor credibilidad en el mundillo de lo paranormal por dedicarse a las mancias esotéricas vía línea telefónica, que a un catedrático de Zoología para hablarnos de extrañas especies marinas. Por tanto, hay veces que el programa se hace ameno y enriquecedor, ofreciéndonos testimonios fidedignos o interesantes enigmas científicos, y otras veces, nos vende charlatanería barata. Por eso, no puedo decir que "Cuarto Milenio" sea un excelente programa o que, por el contrario, sea una bazofia. Es lo uno y lo otro. O ni lo uno ni lo otro. Hay veces que Iker ha metido la pata de forma bestial. Y otras veces, ha dado en el clavo por sus comentarios críticos y certeros.
Como programa, entretiene. Pero podía ser mucho mejor. No tratarse veinte temas en cada programa. Más vale tratar un tema monográfico en profundidad, haciendo un buen reportaje -sin tenebrismo light-, seguido de un extenso debate con especialistas en el tema y analistas escépticos. En ese caso, yo me quedaría con el programa que hacía Javier Sierra en Telemadrid, "El Otro lado de la Realidad". Mantuvo un nivel más serio y riguroso, teniendo en cuenta todos los puntos de vista, no solo el que interesa a los defensores de lo paranormal.
En cuanto a Iker escritor, no me gusta nada. Ahí sí que pierde los papeles. Su obra "Tumbas sin nombre" -dedicada al caso Bélmez- es un cúmulo de despropósito que hoy día, hasta el propio Iker, estoy seguro que es consciente de ello. Si quiero una buena novela de terror, leo a Allan Poe. Así que no nos venda el caso Bélmez como ahí nos lo vendió... Si hace periodismo, que sea fiel a lo que aprendió en la Facultad sobre ética periodística.
En fin... Añoro viejos maestros de la divulgación paranormal como Jiménez del Oso, que gustaba tanto de la ironía y del sentido del humor. Fue un gran comunicador. Tal vez, su formación como médico psiquiatra le valió para tratar con más rigor todos estos temas.
En cuanto a lo de "engañabobos", yo culpo más bien al 'bobo', no al que supuestamente engaña. Es como la gente que va a videntes. Si nadie fuera, los videntes se dedicarían a otra cosa. Un escéptico puede ver un programa como "Cuarto Milenio" sin dejarse engañar (en caso de que Iker estuviese tomando conscientemente el pelo a su audiencia, que tampoco es así la cosa). Lo ve para estar informado sobre la actualidad paranormal pero luego no se identifica con las opiniones y comentarios que Iker pueda ofrecer sobre tales historias, sino que extrae sus propias conclusiones. El "bobo" siempre creerá todo lo que le cuentan, sin analizar nada ni extraer conclusiones propias. Por cierto, también hay muchos "bobos" en el bando racionalista. Conozco a más de uno que va por la vida con una arrogancia tremenda, con la seguridad de que tiene las ideas claras y que posee la verdad absoluta. Un negativista radical se parece mucho a un hipercrédulo en lo paranormal. Y ambos, me parecen "bobos" de campeonato.
Saludos
Ummita