Recuerdo un día que llegó la madre de un amigo a su casa después de un largo día de trabajo, sacó la cabeza por una ventana y miró a la terraza. Estaba yo con la cola en la mano, un petardo en la boca y una copa en la otra mano, meando para abajo. El hijo estaba conmigo en la terraza, estaba tirando sillas a mi hermano, que estaba abajo en el jardín, creo que medio desnudo.
Menudo grito pegó esa buena señora.
Con esto quiero decir, no puedes mear por una ventana que tienes que mear en el suelo, hijodeputa???