Yo de momento estoy contando los hechos desde mi punto de vista; tú puedes alternarte conmigo contando lo mismo con tu estilo. Los mismos hechos desde dos perspectivas de dos foreros completamente diferentes, cada uno en su rollo. Hasta donde he contado tú no habías llegado, puedes ir paralelamente contando tú también.
****
Bien, en estos sitios hay policía, como es natural, para evitar trifulcas entre las partes demandantes y demandadas en la puerta; no queda bonito que se echen las uñas antes o después del juicio. Así pues, me acerco a un señor policía y le digo "Hoyja, esa señorita de ahí está sacándome fotos con descaro con su teléfono a santo de no sé bien qué" (nuevamente no quiero mostrarme engreído delante de un desconocido y menos si este es un miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que por ende son personas que merecen mi máximo respeto y consideración).
El policía, sorprendido, me pide que le diga quién. Es esa señorita de más ahí. El otro forero refrenda mi declaración.
El policía se le acerca, mientras me mantengo a una distancia prudencial, fruto del más natural instinto de conservación de la propia vida: ¡quién sabe qué puede pasar!. Me guiña el ojo el policía como diciendo "quédate ahí, no te acerques demasiado; lleva las uñas largas".
El policía le pide que le muestre la galería de imágenes de su móvil, donde mi efigie puedo comprobar que, gracias a los poderosísimos píxeles de su cámara, es un borrón informe multicolor. El policía le obliga a borrarlas, y se la lleva a la otra punta del pasillo, segundo guiño mediante, donde ella empieza, entiendo, a explicarle que somos una panda de malvadísimos terroristas que han venido a hacerle no sé bien qué, cuando lo único que el otro forero y yo teníamos intención de hacer era darle un heteroabrazo a nuestro bienamado Prongo en este trance.
Al cabo del rato, el policía, sonrisa en ristre, viene hacia nosotros y nos dice "sois unos pillines" y nos sugiere que por nuestro bien y por nuestra integridad no nos acerquemos a ella, que lo último que desea es que ni yo ni el otro suframos ninguna clase de ataque físico, verbal o maldición gitana -de hecho su atuendo, el de ella, no el del policía, podría calificarse con este epíteto-.
Además, nos explica que está prohibido la toma de imágenes en sede judicial, no así en la calle, y que quienquiera que lo haga si lo publica puede estar expuesto a una denuncia por parte de las personas involucradas en la que desde luego se le caería el pelo. Por ese motivo, y como estricto observante de la ley que soy y somos todos en este foro, me abstengo de sacar ninguna fotografía, decidiendo en ese momento recrear las imágenes vistas con la poderosa herramienta que estoy utilizando: la palabra.
Para preservar nuestra seguridad e impedir posibles ataques en modo berserk, el policía se queda a su lado mientras ella le da LA CHAPA DEL SIGLO, supongo que declarándose mártir de no sé cuántas cosas y blablabla. O igual no, igual estaba preguntándole que a qué hora salía y si le gustaba el cine de Tarkovski y que si le daba el messenger. Que no, coño, que ya no hay messenger, será el Skype.
Así pasa el rato: Almudena custodiada y retenida en un extremo del pasillo y el otro forero y yo charlando amigablemente de que si lo de Leto, que si lo de aquella vez que mundele baneó a uno, que si el sótano de El Cabezas, que si LOL, que si OWNED, que si tengo ladillas como centollos, que si hay que ver cómo es Cáncer de Colon, que si Turbo esto que si Turbo lo otro; en fin, lo normal y lógico. Aguardamos la venida de Prongo.
Y entonces ahí le vemos llegar: su flequillo por todos conocido, sus trazas de FORERAZO, sus hechuras, asoman por el otro extremo.
Está aquí, es Prongo, que ha venido a su juitsio.
Ya somos 3. Falta uno, que ya sabéis quién es.