Y, además, qué coño, que uno no está obligado a ver fotos si no quiere. Que sí, que siempre está el típico o la típica que te manda una foto de la gilipollez de turno, rollo la copa que se está tomando (¿?) o el desayuno (¿?¿?¿?), pero al tiempo también sirve para detectar a quién ha de bloquearse y a quién no. Vamos, a mí me mandan mierdas de selfies, platos con tortitas y sirope o gintonics y esa persona se come un bloqueo como hay Dios, y si se enfada que se enfade, más me enfado yo si me mandan esas mierdas. Que sí, hombre, que lo de la cámara está guay, que uno ve todas las tetas o zurullos que quiere y no ve lo que no quiere ver.