Esta es la historia de un ludópata asqueroso, que además de la ludopatía tenía otra virtud; una mala suerte casi patológica.
Apostaba sobre todo lo que se le ocurría, apusteas tontas o inteligentes.... lo mismo daba, siempre acababa palmando pasta, llegó a apostar a que en el episodio de ese día morían 3 de los componentes del Equipo A. Otro día apostó con los colegas a que al Real Madrid le tocaba un grupo jodido en la liguilla de la Champion´s League...................en fin , un auténtico imbécil.
Un buen día, el imbécil se levantó de la cama con un extraño dolorcillo en los huevos, y , como encima era hipocondríaco, salió cagando leches a la consulta de su médico.
El doctor dictó el diagnóstico con una mirada de incredulidad bajo las gafas:
- Mira, después de repetir todas las pruebas 2 veces tengo que decirte que tu caso, si no único, es muy extraño: tienes tres testículos.
El imbécil salió de la consulta del doctor sin asimilar muy bien todavía la noticia, pero enseguida se le iluminó el rostro y corrió hacia su bar habitual.
Una vez en el bar de siempre, el imbécil pidió una caña en la barra y , pasando el brazo sobre el hombro del camarero dijo a la concurrencia:
- A ver, pringaos, una apuestilla, 300 euros cada uno a que entre este , dice señalando al camarero, y yo , tenemos cinco cojones.
Los parroquianos del bar corrieron a sus carteras y empezaron a depositar rápidamente sus 300 euros sobre la barra, ,mientras el camarero acercaba la cabeza a la del imbécil y le decía en voz baja al oido:
- La verdad es que no sé de que coño vas, pero la apuesta la tienes jodida como NO TENGAS TÚ CUATRO COJONES, colega.
Moraleja: Ninguna......pero el tema es el número tres, no??