cáncer de col-lon rebuznó:
¿Crees que una buena implicación por la misma comprenderá una mayor dilatación y/o derivará en un mejor sabor del ojete?
No directamente a la implicación pero si a la evasión mental, a continuación paso a explicar con ejemplo gráfico.
Haciendo el amor con la señora Aí, el otro día, hace un par de años. Me pasó algo curioso, y digo curioso que no sorprendente.
Como el 90% de las mujeres honradas, limpias y respetables, la señora Aí, me tiene prohibido acercarme a menos de 2 metros de su sagrado agujero fecal. Es decir, que si quiero penetrar un ano debo serle infiel como un hijoputa, y eso, para un hombre es pena capital en cadena perpétua. Y más para alguien que juró fidelidad ante un juez.
El tema es en que en nuestro último polvo, el del otro día, presumía yo de una erección digna de partir almendras, cuando en el minuto 2:04 me vino el alivión de leche, es decir, me corría como un mirlo sin remedio.
Como soy condescendiente y buen esposo, decidí que mi querida esposa, tuviera una relación sexuar satisfactoria, asi que decidi sacar mi honda verga de su jugoso chichi, y ponerme lenguas a la obra en una felación para de ese modo dejar a la señora Aí bien tierna y temblorosa de placer.
Asi que ahi me ves, lamiendo como un autentico profesional del cuni-lingus, mientras mi glande se contraía con fuerza para evitar una catástrofe láctea sobre las sábanas, fue cuando, mi filia a los ojales femeninos traicionó mi buen hacer y decidi arrimar mi dedo pulgar a su sagrado agujero fecal, y poco a poco, con disimulo practicar un anal intruder, hasta que la señora Aí cayera en la cuenta y me azotara con fuerza en el cogote, me insultara, y me instara inmediatamente a serguir lamiendo su escalope de bacalao.
Y vino ahí mi sorpresa cuando en una convulsión repentina por el placer propiciado en su clitoris, noto que mi pulgar estaba dentro hasta el carpo, ella en medio de un orgasmo sin remedio solo pudo dejarse llevar y contraer aún mas sus organos genitales al compas con su orificio anal, y conseguir así una corrida del tamaño de 43 plazas de toros. Acto seguido, saqué mi mondongo al ruedo y la embestí con rudeza para rematar su gozo y terminar el mío.
Ella increpó mi sucia acción y yo increpé su repudia a mantener relaciones anales por problemas de acceso y espacio, cuando la realidad es que si se pone becerra, entra hasta la cocina. En fin, la implicación sí es directamente proporcional al grado de dilatación anal.
Ya sea implicacion masculina como femenina, o ambas, todo influye, el sexo es todo cerebral. Por eso vosotros no teneis sexo, porque no teneis cerebro.
MORALEJA: Comedme el nabo, hijosdeputa pajilleros, no sabeis hacer gozar a las muejeres, por eso utilizais el sexo prepago.