snow
Freak
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- 13 Dic 2003
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Hace pocos años tuve una corta pero tremendamente intensa relación con alguien.
Nos conocimos de forma casual y extraña, se llamaba (se llama) Israel y era (es) una persona fascinante. No tenía un físico espectacular pero si unos ojos que me obligaban a mirarlos sin pausa, una conversación que me ataba el resto de los sentidos y, desde el primer dia, entre nosotros hubo una tremenda química sexual. El mejor sexo de mi vida hasta la fecha lo tuve con él.
Nunca estuve enamorada pero ejercia sobre mí tan tremenda fascinación que, cuando estaba a su lado, me costaba horrores marcharme a casa o pensar tan solo en cualquier otra cosa.
Como decia, lo mejor y en ocasiones hasta lo único, era el sexo. Jamás conocí a alguien tan diestro para hacerme disfrutar, abrir nuevos caminos en mis fantasías y enseñarme a disfrutar las suyas propias. El dia entero juntos era una jornada sexual en mil diferentes variaciones. Convertimos en sexo cada actividad que realizábamos juntos, desde hacer unas compras en el supermercado a dar un simple paseo.
Llegué a sentir verdadera obsesion (que no amor) por él.
Ante la imposibilidad de definir que es lo que sentía por ese ser una buena amiga me dijo en una ocasión que simplemente yo estaba "encoñada".
Vivia en un continuo anhelo, solo queria estar con Israel, queria ser suya noche y dia, que rompiese mi cuerpo, que me robase el poder de decidir sobre mí misma, que me enseñase nuevas perversiones a las que someterme y en las que desleir mi voluntad... No habia sentido nunca nada con aquella fuerza.
Mis circunstancias personales en aquellos dias eran complicadas así que un dia me hice fuerte y rompí nuestro pequeño affaire de modo mas bien chapucero. Se acabó el sexo especial pero no la amistad.
Hoy en dia no nos vemos. La última vez fué el pasado verano y ya no habia esa tensión sexual que yo tanto disfrutaba. Afortunadamente.
Al principio me daba miedo quedar con él porque temía sentirme atada al igual que me había ocurrido en el pasado pero, tras tomar una cocacola un día y comprobar que ya nada era igual, perdí el temor.
En cierto modo me da pena.
¿Alguna vez han sentido algo similar?, ¿se han sentido atados/as, atraidos/as ecoñados/as por alguien que sentian como bueno y malo a la vez para vdes. mismos?.
Nos conocimos de forma casual y extraña, se llamaba (se llama) Israel y era (es) una persona fascinante. No tenía un físico espectacular pero si unos ojos que me obligaban a mirarlos sin pausa, una conversación que me ataba el resto de los sentidos y, desde el primer dia, entre nosotros hubo una tremenda química sexual. El mejor sexo de mi vida hasta la fecha lo tuve con él.
Nunca estuve enamorada pero ejercia sobre mí tan tremenda fascinación que, cuando estaba a su lado, me costaba horrores marcharme a casa o pensar tan solo en cualquier otra cosa.
Como decia, lo mejor y en ocasiones hasta lo único, era el sexo. Jamás conocí a alguien tan diestro para hacerme disfrutar, abrir nuevos caminos en mis fantasías y enseñarme a disfrutar las suyas propias. El dia entero juntos era una jornada sexual en mil diferentes variaciones. Convertimos en sexo cada actividad que realizábamos juntos, desde hacer unas compras en el supermercado a dar un simple paseo.
Llegué a sentir verdadera obsesion (que no amor) por él.
Ante la imposibilidad de definir que es lo que sentía por ese ser una buena amiga me dijo en una ocasión que simplemente yo estaba "encoñada".
Vivia en un continuo anhelo, solo queria estar con Israel, queria ser suya noche y dia, que rompiese mi cuerpo, que me robase el poder de decidir sobre mí misma, que me enseñase nuevas perversiones a las que someterme y en las que desleir mi voluntad... No habia sentido nunca nada con aquella fuerza.
Mis circunstancias personales en aquellos dias eran complicadas así que un dia me hice fuerte y rompí nuestro pequeño affaire de modo mas bien chapucero. Se acabó el sexo especial pero no la amistad.
Hoy en dia no nos vemos. La última vez fué el pasado verano y ya no habia esa tensión sexual que yo tanto disfrutaba. Afortunadamente.
Al principio me daba miedo quedar con él porque temía sentirme atada al igual que me había ocurrido en el pasado pero, tras tomar una cocacola un día y comprobar que ya nada era igual, perdí el temor.
En cierto modo me da pena.
¿Alguna vez han sentido algo similar?, ¿se han sentido atados/as, atraidos/as ecoñados/as por alguien que sentian como bueno y malo a la vez para vdes. mismos?.