"El mes de Diciembre ha visto estrenar en Sevilla, por fin, el largometraje “La Pelota Vasca” del director Julio Medem. Este largometraje –documental, se ha hecho tristemente famoso en la geografía española por ser el film que mas criticas a suscitado de gente que ni siquiera ha visto la película, lo que ha dificultado considerablemente su distribución.
El largometraje es un bello documental con una fotografía exquisita, una construcción muy acertada, tanto en el montaje de las entrevistas como en el de las escenas de películas e imágenes reales de la violencia, y una banda sonora de gran calidad.
El film se compone de una larga serie de entrevistas a políticos, periodistas, agentes sociales, escritores, artistas, familiares de presos, familiares de victimas, etc. opiniones, versiones, tesis y algunas grandes verdades sobre el conflicto vasco.
La intención primera del documental es sacar a la luz la existencia del conflicto político que subyace detrás de la violencia y las cortinas de humo convocadas por políticos y medios de comunicación, así como algunos de los aspectos del conflicto menos conocidos por el gran público, como la tortura, el efecto de la dispersión sobre los familiares de los presos, la manipulación política de las victimas, la rentabilización de su sufrimiento,… Es esta también su principal virtud, y la razón de que haya sido recibida con tanta agresividad por parte de algunos de los implicados en el conflicto. La película a recibido criticas principalmente desde el entorno de los partidos conservadores (PP, ala derecha del PSOE, UPN,…) que la han criticado con mayor o menor saña. Es cierto que las posturas españolistas conservadoras están escasamente representadas (en parte por la negativa de muchos a ser entrevistados), de igual forma que son muy contados los entrevistados partidarios de la lucha armada, casi inapreciables dentro del conjunto. De hecho, también ha sido criticada desde la izquierda abertzale más radical. Sin embargo no creo que haga perder credibilidad al trabajo, dado que el punto de partida no es enfrentar las posturas nacionalistas españolas con las nacionalistas vascas o abertzales, sino plantear el conflicto vasco en toda su complejidad, despolarizarlo y presentar una tesis sobre su posible resolución. Si es posible que, de forma intencionada, se haya dado la mayor representación a las posturas del PNV, Aralar y el ala progresista del PSV.
El ensañamiento se debe en realidad a que la película adopta una postura, una postura comprometida, defiende una tesis y plantea su síntesis alejada de ambos extremos. Esta viene a afirmar que ningun conflicto se resuelve sin dialogo, ningún conflicto se resuelve por el mero hecho de ignorarlo. El documental se decanta claramente por el cese de la violencia y el inicio del dialogo, desde una postura que, si bien no es posible tachar de nacionalista, parte del precepto de que el conflicto vasco deben solucionarlo los vascos a los que se les debe conceder la voz y el voto que, según unos, la violencia, según otros la intransigencia del estado, han impedido hasta el momento. Es también un intento por sacar a la luz las posturas que no se sitúan en ninguno de los dos extremos, la exposición de que existen muchas mas posiciones lejos de la polarización del conflicto entre ETA y el Estado que se transforma autentica intolerancia contra los que se niegan a adscribir ninguna de las dos posturas.
Especialmente escalofriante y reveladora puede resultar, para aquellos que somos ajenos al conflicto, la entrevista con el secretario de las juventudes socialistas del País Vasco. Un joven que sufrió la amputación de una pierna tras un atentado de ETA, pero que es capaz de criticar la manipulación política que se ejerce sobre las victimas y los amenazados por ETA y de denunciar la existencia de torturas por parte de la policía española. "