I
imported_Jimenez_del_Oso
Guest
Este suceso que les voy a narrar a continuacion me ocurrio alla por Agosto del 74, durante un viaje en el que me dirigia a un simposio referente a las caras de Belmez.
El calor se hacia insoportable en el interior de mi Talbot Horizon, el aire se hacia irrespirable en la carretera y el vaporcillo que salia del asfalto formaba imagenes ilusorias a modo de espejismo, como anticipando el misteriso suceso que iba a acontecer.
A una velocidad de unos 90-100 kilonmetros hora y con el estomago algo revuelto por la dificil digestion de una racion de oreja de bar de carretera, en bastante masl estado comence a sentir como una reaccione en cadena en la zona intestinal...Cual seria mi sorpresa al percatarme de que no era si no una zona evanescente la que atravesaba, y al son de la tremenda pedorrera que fluia cual geiser de gas comenze a tener palpitaciones en la bolsa escrotal.
Atonito y habiendo terminado el increible traqueteo del vehiculo pare en la cuneta para comprobar si mis pelotas continuaban en su sitio. Santo Cielo!! el señor estaba de mi parte, por no decir de mis partes y mi preciado escroto lucia magnificamente, como de costumbre.
Al llegar al hotel donde tenia mi habitacion, y con animo de recoger esta experiencia para contarla en mi revista me dispuse a relatarla con mi boligrafo y mi libreta, cuando sono el telefono.
-Digame.
-Fernando!! Dijo mi buen amigo Chicho Ibañez serrador con voz entrecortada.
-Que ocurre, terremoto.
-Me estaba bañando y entre la espuma han aparecido tus pelotas, como por ensueño, las reconoci por el tatoo de los moais de la isla de pascua que te hiciste en la mili!
Todo indicaba, que, por caprichos del destino, me encontraba ante el primer caso de bilocación pelotal de la historia.
El calor se hacia insoportable en el interior de mi Talbot Horizon, el aire se hacia irrespirable en la carretera y el vaporcillo que salia del asfalto formaba imagenes ilusorias a modo de espejismo, como anticipando el misteriso suceso que iba a acontecer.
A una velocidad de unos 90-100 kilonmetros hora y con el estomago algo revuelto por la dificil digestion de una racion de oreja de bar de carretera, en bastante masl estado comence a sentir como una reaccione en cadena en la zona intestinal...Cual seria mi sorpresa al percatarme de que no era si no una zona evanescente la que atravesaba, y al son de la tremenda pedorrera que fluia cual geiser de gas comenze a tener palpitaciones en la bolsa escrotal.
Atonito y habiendo terminado el increible traqueteo del vehiculo pare en la cuneta para comprobar si mis pelotas continuaban en su sitio. Santo Cielo!! el señor estaba de mi parte, por no decir de mis partes y mi preciado escroto lucia magnificamente, como de costumbre.
Al llegar al hotel donde tenia mi habitacion, y con animo de recoger esta experiencia para contarla en mi revista me dispuse a relatarla con mi boligrafo y mi libreta, cuando sono el telefono.
-Digame.
-Fernando!! Dijo mi buen amigo Chicho Ibañez serrador con voz entrecortada.
-Que ocurre, terremoto.
-Me estaba bañando y entre la espuma han aparecido tus pelotas, como por ensueño, las reconoci por el tatoo de los moais de la isla de pascua que te hiciste en la mili!
Todo indicaba, que, por caprichos del destino, me encontraba ante el primer caso de bilocación pelotal de la historia.